Patricio Holguín durante su entrenamiento sabatino en el Parque Bicentenario, para su proyecto del 2021. Fotos: Julio Estrella / EL COMERCIO y cortesía
Renacer más fuerte después que la vida les dio una nueva oportunidad es el eslogan que crearon Patricio Holguín y Esteban Ortiz para este ambicioso proyecto. Los deportistas paralímpicos se han propuesto atravesar el país, de norte a sur y de este a oeste, durante 20 días en sus bicicletas de mano.
“Es un proyecto para visibilizar a las comunidades más vulnerables que aún no han recibido ayuda en esta emergencia sanitaria”, dice Patricio Holguín, quiteño de 52 años, pionero del paraciclismo. Hace 14 años, mientras practicaba motociclismo se cayó y se fracturó su columna y perdió la movilidad de sus piernas.
Esteban Ortiz, cuencano de 52 años, se fracturó su columna en un accidente de tránsito, hace 35 años.
Holguín recurrió al deporte como una terapia. Jugó tenis, practicó atletismo y fue el primer campeón nacional de karting adaptado antes de practicar el ciclismo paralímpico.
Ortiz también jugó baloncesto e hizo atletismo. El deporte los unió y se quedaron con el ciclismo.
Desde el 2017 cuentan con una bicicleta de mano, de tres ruedas y dos pedales adaptados, que son accionados con los brazos. El ciclista va semiacostado, a 5 centímetros de alto, desde el piso y puede alcanzar velocidades de hasta 90 kilómetros por hora.
“Fuimos los pioneros de este deporte adaptado. Afortunadamente hoy, otros 15 deportistas cuentan con este tipo de bicicletas”, dice Holguín.
Este año no se han podido juntar, pero comparten los entrenamientos gracias a la tecnología. Se contactan a través de las plataformas virtuales y cada uno en su domicilio se entrena sobre un rodillo.
“Durante el confinamiento surgió la idea de crear este proyecto. De visibilizar al deporte inclusivo, a la gente, a los rincones importantes que tiene el país y que muchos ecuatorianos no lo conocemos. Por eso el plan tiene carácter deportivo, turístico y motivacional”, manifestó Holguín.
Esteban Ortiz se entrena en Cuenca para la travesía del próximo año. Lo hace en su bicicleta de mano.
En agosto del 2021, partirán desde Mataje, en Esmeraldas para llegar a Huaquillas, en El Oro y completar 1 013 km. Cada día recorrerán unos 100 km, que implica jornadas de 5 a 6 horas, todo dependerá de la irregularidad del terreno y de los lugares escogidos para la alimentación y descanso por las noches.
El objetivo es completar esta travesía en 10 días. Luego cada uno retornará a sus ciudades de residencia para descansar y planificar la segunda parte del reto: ir de este a oeste del país.
En octubre saldrán desde Puerto El Carmen, en Sucumbíos, y llegarán a Salinas, en Santa Elena, en 10 días. “Es el tramo más duro porque vamos a cruzar la cordillera. Pasaremos junto al nevado Chimborazo. El desnivel acumulado será de 9 000 metros de altitud”, puntualizó Ortiz.
Con el proyecto planteado, Ortiz y Holguín cumplen exigentes entrenamientos diarios tanto en el rodillo como en el gimnasio. Los sábados, los entrenamientos son extensos y en carretera. Holguín los hace en la zona de Tababela, en la autopista que va al aeropuerto, pues es un lugar muy concurrido por los ciclistas y donde son visibles para los conductores de autos y buses.
También suele ir al parque Bicentenario, aunque en menos ocasiones porque el pavimento está dañado y rompe las llantas de la bicicleta.
Los dos ciclistas cuentan con un equipo multidisciplinario que dirige su alimentación y nutrición; la preparación física y psicológica. “Un proyecto así, siempre provoca miedo, pero también emoción. Es una travesía dura que la realizaremos con la fuerza de nuestros brazos”, finaliza Holguín.
Con ellos irá un equipo de videografía pues desean realizar un documental para contar las experiencias que vivirán en estos 2 000 km de inspiración.