Para entender lo que le dicen, el brasileño Otavio Ferreira gira la cabeza y coloca su oído derecho casi de frente a su interlocutor. Sus ojos ‘bailotean’ de un lado a otro y cuando capta lo que le expresan se aleja, sonríe y contesta.
Esta es la primera vez que Ferreira, nuevo delantero del Independiente del Valle, sale de Brasil. Por ello, en pocas ocasiones ha tenido conversaciones con otras personas en un idioma diferente al portugués. Sin embargo, no temió al reto de abandonar Río de Janeiro y emprender una aventura en el exterior.
Ferreira, de 24 años, llegó a la capital ecuatoriana junto a su compatriota, Felipe Adao, de 26. Ambos son refuerzos del cuadro sangolguileño para esta segunda etapa del torneo.
Para Felipe, la situación es diferente. Su padre, Claudio Adao, ex figura y goleador de Brasil, estuvo en Perú en dos ocasiones (1990 y 1993). Para entonces, Felipe era un infante (nació en 1985). “Esta también es mi primera experiencia fuera de Brasil. Pero como viví en Perú, se me hizo más fácil cuando llegué a Ecuador”, contó el ariete sudamericano.
El pasado miércoles, en el complejo del Independiente, mientras que Felipe contaba su historia, Otavio escuchaba atentamente, procurando traducir mentalmente lo que su compatriota decía. Y cuando hablaron los dos, lo hicieron en su idioma natal. “Cuando me hablan en español de forma pausada, entiendo bien. Si hablan rápido me pierdo”, dijo entre risas Otavio. Su ‘portuñol’ fue entendible.
Ambos jugadores llegaron con anticipación a Quito. Este Diario conoció que el entrenador Carlos Sevilla los observó durante dos entrenamientos antes de contratarlos. Eso ocurrió aproximadamente un mes antes de finalizar la primera etapa del torneo. Recibieron el visto bueno y de inmediato se fueron a Ibarra, para adaptarse a la altitud.
Felipe y Otavio, con su carisma, se ganaron rápidamente el aprecio de sus compañeros. Esto se evidenció al final de la práctica de aquel día. El primero bromeó con el golero Johvani Ibarra: “Él es mi papá”, dijo, provocando una carcajada en el meta de 42 años.
En el parqueadero, un personaje de piel morena y bigote tupido, esperó caminando de un lado a otro. Saludó con el resto de jugadores, pero su español también tenía acento portugués. Rosalvo Ferreira, ex entrenador de Esmeraldas Petrolero y radicado en Ecuador desde 1984, fue el nexo para la contratación de ambos jugadores brasileños.
El aún entrenador fue quien los orientó durante los primeros días en el valle de Los Chillos, en donde residen ahora. Desde su óptica, “el brasileño viene poco por el idioma y porque el tipo de cambio del dólar está casi a la par del real. Por ello, es un jugador caro”.
Los cariocas se alimentaron en restaurantes del Quicentro Shopping hasta que se concretara su vinculación al equipo. Pero para Felipe fue un alivio el arribo de su esposa, Marcela, el pasado jueves. “Por fin comeremos comida de mi país”, bromeó.
Adao, incluso, ayer debutó con un gol en la derrota de Independiente (1-2) ante el Cuenca.
Hojas de vida
Felipe Barreto Adao
Nació en Río de Janeiro, el 25 de noviembre de 1985. Es hijo del ex astro de la Selección auriverde, Cláudio Adao.
Pasó por el Figueirense, Botafogo y Atlético Goianiense y el Luzerna suizo.
Otavio Ferreira da Silva
Nació el 8 de junio de 1988, en Río de Janeiro.
Esta es su primera experiencia fuera de Brasil. En su país militó en el Nova Iguaçu. Su madre tiene previsto llegar a Quito en estos días para acompañarlo. Es soltero.