Andrea Pirlo ejecutó con frialdad, distancia y normalidad el lanzamiento de un penal ‘a lo Panenka’ que heló el corazón de los italianos y que desató una ola de elogios entre sus colegas.
Italia perdía en la tanda de penales ante Inglaterra cuando Pirlo, de 33 años y ‘director de orquesta’ de la nueva Italia de Cesare Prandelli, coronó su excepcional cotejo con un lanzamiento que emuló al de Antonin Panenka, en la final de la Eurocopa de 1976, en la cual su natal Checoslovaquia (república desaparecida) venció en penales a la República Federal Alemana.
“Vi al arquero ya vencido hacia un lado, lancé así y al final resultó más fácil. Nos tranquilizó a todos”, afirmó el jugador, tras un lanzamiento que el diario La Repubblica calificó ayer de “loco y absurdo”.
El italiano picó suavemente la pelota que entró mansamente -casi parada- al arco, mientras el portero Joe Hart, vencido a su derecha, la miraba impotente. “Pirlo is just class” (es simplemente clase), escribió el defensa español Gerard Piqué en su cuenta de Twitter. “Pero qué clase…”, agregó el volante Cesc Fábregas. “Si me tengo que quedar con una imagen me quedo con el penal de Andrea”, dijo su compañero Daniele De Rossi, poniéndolo por encima de la intervención del arquero Gianluigi Buffon en la tanda.
Pero Pirlo no ha sido el único en atreverse a lanzar así el penal en un momento decisivo. Al checo Panenka se le ocurrió implementar la idea en la final de la Euro de 1976, después de pensar en una manera de superar a Zdenek Hruska, el portero de su equipo, el Bohemians de Praga, que siempre le atajaba los penales.
Pirlo se limitó a emular el domingo a su compatriota Francesco Totti, que en la tanda de penales de la semifinal de la Eurocopa del 2000 ante Holanda también se atrevió con un lanzamiento de ‘cuchara’, como se le llama en Italia, para anotar el tanto que metía a los ‘azzurri’ en la final.
También se pudo ver este peculiar disparo en la final del Mundial de Alemania 2006 entre Italia y Francia. El astro Zinedine Zidane lanzó un penal a los 7 minutos del compromiso. El francés tocó el balón con suavidad y mientras Buffon se lanzaba a su derecha la pelota voló hacia arriba, golpeó en el travesaño y se metió dentro del arco rival. Su agresión -poco después- al defensor Marco Materazzi, eclipsó el lanzamiento.
El último penal épico ocurrió en el Mundial de Sudáfrica en el 2010. El arquero Fernando Muslera había cumplido con su cuota al detener dos penales en la tanda de los cuartos de final frente a Ghana y era el turno de Sebastián ‘Loco’ Abreu para sentenciar el pase a semifinales de Uruguay por primera vez en 40 años.
El atacante fue tranquilo hacia el balón y desairó al golero Richard Kingson picando la pelota. El tanto levantó la euforia de los charrúas, pero el artillero tampoco se escapó de quienes lo calificaron de “irresponsable”.
“Es una manera de ejecutar un penal. No lo ensayé, simplemente es una técnica que la puse en práctica”, defendió Abreu después de ese encuentro.