A cada entrenamiento llega en un Hyundai Santa Fe, blanco. Viste traje deportivo rojo, con franjas blancas, que son los colores de su actual club, Liga de Loja. Con una palmada o un estrechón de manos saluda a sus dirigidos.
Paúl Vélez, cuencano de 41 años, no se altera si los reporteros interrumpen su paso. Responde las preguntas. Tampoco se entrena a puerta cerrada o prohíbe que estén cerca de la cancha.
Su afinidad con los periodistas es tal, que un día por semana -en la noche- juegan fútbol en una cancha sintética o también practican ecuavoley. “Se parece al profesor Sixto Vizuete”, bromeó el DT cuencano con William Contento, de Ecotel TV. La broma fue porque el reportero estaba vestido elegantemente.
En la cancha no cambia su sencillez. No requiere gritar para que los futbolistas lo entiendan. Detiene las jugadas cuando es necesario. Sus manos, que a veces las tiene en los bolsillos, las mueve constantemente para dar órdenes. El pito, que también sirve para bromear sacándole a un perro de la cancha, lo usa con frecuencia en la hora y más de fútbol. En ese tiempo detiene la práctica para ilustrar sus instrucciones con un marcador en un tablero blanco, que tiene dibujado un rectángulo de juego.
La tranquilidad con la que se maneja es exaltada por el experimentado delantero Walter Calderón. “El profesor es la cabeza del grupo y si él muestra aplomo, todos seguimos su ejemplo”.
Vélez está seguro de que aún no supera el éxito obtenido en el 2008, cuando pese a la crisis económica fue tercero con Deportivo Cuenca y se clasificó a la repesca de la Libertadores. Él recuerda: “Fui considerado el mejor DT del país”, en el 2010.
Ganó protagonismo siendo asistente técnico de los argentinos Gabriel Perrone y Guillermo Duró. Ellos renunciaron y Vélez se principalizó en el 2008 y 2009. No tiene un maestro predilecto porque sacó provecho de cada estratega.
Es un autodidacta. Sigue la labor de famosos como Josep Guardiola, Álex Ferguson y José Mourinho. En 1998 ingresó al Dep. Cuenca y allí, en las inferiores, trabajó con César Bermeo y el argentino Luis Leguizamón.
Vélez agradece a Dios porque sus éxitos son “mis mejores empresarios”. Él, desde el año pasado, mantiene a su equipo técnico. Allí están su coterráneo Xavier Solís, preparador físico; su asistente, Juan Carlos Ávila, oriundo de Gualaquiza, y Robin Pico, preparador de arqueros. El promedio del grupo es de 40 años.
Da ejemplos de jugadores conflictivos y difíciles a los que ha tenido que sobrellevar, como Juan Carlos Paredes, Armando y Polo Wila, Víctor Valle, Byron Camacho, Álex Colón, Richard Quiñónez. En la actualidad a Jesús Alcívar y al brasileño Fabio Renato. Este último aprovecha su oportunidad final.
Los jugadores son libres de hacer lo que quieran, pero saben que si actúan mal no entran en mis planes. Así de claro es Vélez. Él brinda la confianza necesaria para que sus dirigidos cuenten sus problemas. Da consejos y ayuda en lo que sea posible.
Los hechos más destacados en la carrera del entrenador
1990
Fue defensa. Hizo su carrera en D. Cuenca. Y en 1990 se retiró del fútbol, en Círculo Cruz del Vado, de Segunda Categoría, del Azuay.
1998
Ese año empezó su carrera de DT. Se incorporó al Cuenca como asistente técnico de César Bermeo, en la categoría Sub 15.
2005
Fue campeón nacional Sub 18 con el Deportivo Cuenca y al año siguiente la Ecuafútbol lo invitó al Mundial en Alemania.
2008-2009
Fue tercero en el 2008 y vicecampeón nacional en el 2009 en el Campeonato Nacional con el equipo principal del Dep. Cuenca.
2011
El año pasado obtuvo el título nacional de la Serie B con el club Técnico Universitario y lo ascendió a la primera A.