Cien, catorce, cero. Tres números convirtieron al arquero Fernando Muslera en uno de los protagonistas de Uruguay en la goleada por 3-0 ante Rusia, justo antes de unos octavos de final en los que tendrá enfrente a uno de los atacantes del Mundial: el portugués Cristiano Ronaldo.
A sus 32 años recién cumplidos, el arquero del Galatasaray jugó su partido número 100 con la selección, se convirtió en el uruguayo con más actuaciones en un Mundial de fútbol (14), y prolongó el cero en su portería en todo el torneo. Solo Croacia le sigue sin recibir goles entre los 32 equipos, aunque con un partido menos.
“Es un placer, un orgullo enorme, tanto para mí como para mi familia, que mi apellido pueda estar en la rica historia que tiene el fútbol uruguayo, dentro de esos libros y esas estadísticas”, había comentado antes del segundo partido en Rusia frente a Arabia Saudí.
Muslera igualó entonces la marca que superó hoy: los 13 partidos en un Mundial disputados por el histórico Ladislao Mazurkiewicz, arquero que disputó tres Copas del Mundo con Uruguay -Inglaterra 1966, México 1970 y Alemania 1974- en las que recibió 16 goles.
El actual guardameta uruguayo lleva también tres Mundiales desde Sudáfrica 2010. Si no hay imprevistos, llegará por lo menos a los 15 partidos el sábado en Sochi en los octavos de final frente a Portugal y a Cristiano Ronaldo, en un duelo entre uno de los goleadores del torneo -lleva cuatro tantos- y uno de los arqueros menos batidos.
Su partido récord, encaminado hoy rápidamente por Uruguay ante una Rusia que se quedó con diez a la media hora, le exigió lo justo. Pero Muslera respondió.
El golero uruguayo Fernando Muslera celebra con sus compañeros en el Samara Arena de Samara el 25 de junio. Foto: Fabrice Coffrini / AFP
En el minuto 11 tapó un disparo a quemarropa de Denis Cheryshev que habría valido el empate y en el 85′ contuvo bien un centro de Smolov que podía sacudir el final del partido. Fue el último capítulo de una historia que comenzó en una fecha y un lugar poco auspiciosos: Muslera nació en Buenos Aires, donde vivía de forma transitoria su familia, precisamente el 16 de junio de 1986: el día en que Pedro Pablo Pasculli marcó a Uruguay el gol que metió a Argentina en cuartos de final del Mundial de México. Su nombre podría ser por eso otro. “El partero le dijo (a la madre): ‘Con lo que costaron el parto y el partido, me imagino que le pondrán Pedro Pablo‘, sin saber que mis padres eran uruguayos“, reveló Muslera entre risas al portal de la FIFA. “¡Y claro, ellos se negaron rotundamente!”.
Poco más de 23 años después debutó como internacional frente a Ecuador en las eliminatorias al Mundial de Sudáfrica y desde entonces cumplió el objetivo profético que planteó entonces el seleccionador uruguayo, Óscar Tabárez:”Nosotros buscamos un golero para cubrir una época en el arco de la selección y apuntamos a Muslera”. Muslera lo fue. Acompañó el cuarto puesto en Sudáfrica 2010 y la eliminación en octavos de final de Brasil 2014. En Rusia 2018 cerró hoy una fase de grupos inmaculada con tres victorias, cinco goles a favor y ninguno en contra. El sábado buscará mantener el cero ante Cristiano Ronaldo: un desafío gigante para un arquero en racha.
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