Luis Ayala en uno de los entrenamientos de Liga de Quito. Foto: cortesía de Liga de Quito
En la casa de Luis Ayala se habla poco de fútbol. Desde que empezó la pandemia del nuevo coronavirus, el lateral izquierdo de Liga de Quito ha buscado refugio en otras actividades. Durante la cuarentena se dedicó a los trabajos domésticos, a sus entrenamientos y a jugar con su hija Romina, cuyo cumpleaños coincidió con el encierro por el avance de la pandemia.
Con el retorno a los entrenamientos y la proximidad de la reanudación del torneo, Ayala trata de cuidarse más. Al salir de casa se expone al virus y teme llevarlo a su hogar. Por eso asegura que no exagera en los cuidados, cuando desinfecta todas las superficies.
El defensor imbabureño trabajó a conciencia durante la paralización de las actividades en cancha. Cuando retornó a los entrenamientos, los galenos y el preparador físico Marcelo Cabezas se sorprendieron con los bajos niveles de grasa que presentó. Él, y Antonio Valencia (que ya no sigue en el equipo) fueron los que mejores indicadores presentaron.
Ahora está concentrado en las prácticas. Trabaja a diario para ganarse un puesto en el once titular. Antes de la pandemia, él era el estelar.
Su compañero Christian Cruz se había lesionado y él tuvo que reemplazarlo.
“Me tocó reemplazar al ‘Chavo’ Cruz cuando se lesionó el año pasado y aproveché bien esa oportunidad. Ha sido un año espectacular, en el que he conseguido dos títulos”, dijo el lateral ibarreño.
Con la recuperación de Cruz, Ayala disputará la titularidad todos los días en los entrenamientos. En el simulacro del miércoles, ante Independiente del Valle, ingresó a la cancha para el segundo tiempo y lo hizo de buena forma.
Por eso asegura que desde que se enfundó la casaca blanca ha trabajado incansablemente para ser estelar y mantenerse. Llegó a Liga a mediados del 2019. Desde entonces ha disputado 17 partidos y los ha disfrutado. Incluso asegura que su técnica ha mejorado.
“He mejorado mi técnica en Liga. El mano a mano y levantar los centros de mejor forma eran detalles de mi juego que debía pulir. Con el transcurso de los partidos lo he logrado, pero también con el trabajo diario”, asegura Ayala.
En los entrenamientos trata de dedicar tiempo a jugadas puntuales. Con el permiso del DT Pablo Repetto aprovecha para realizar centros. Los pone en práctica en los ‘reducidos’ que se realizan en el complejo albo.
Al futbolista le ilusiona el retorno a las actividades. Volver a sentir la adrenalina de la competencia lo tiene algo ansioso. Sabe que esta es una temporada atípica y que deberá dosificar energías para la seguidilla de partidos de LigaPro y de la Copa Libertadores.
Entiende que la rotación de jugadores será esencial y que tendrá su oportunidad de demostrar su nivel, tal como lo ha hecho desde agosto del 2019.
En la Copa, el lateral izquierdo ya fue vicecampeón en el 2016, cuando era jugador del Independiente del Valle, y ahora quiere llegar más
lejos con los albos.
“La Libertadores es un torneo que tiene su encanto. Este año me tocó enfrentar a Dani Alves y a Juan Fran (São Paulo), jugadores que veía solo en la televisión”, dijo el imbabureño.
Liga volverá a la Libertadores en septiembre para enfrentar a Binacional de Perú, club que disputa por primera vez el certamen. Pero antes deberá competir en el torneo local.
El primer juego será ante el Olmedo, en Riobamba y desde ya, Ayala se proyecta para ser protagonista. El cotejo se disputará en el estadio Olímpico de la ‘Sultana de los Andes’.