La Corte de Justicia de la Unión Europea ordenó a Steaua Bucarest un trato igualitario para los jugadores homosexuales, luego de que el dueño del club rumano afirmara que “jamás” ficharía a un futbolista gay.
La sentencia de la Corte de Justicia de la UE insta a la directiva del Steaua Bucarest a demostrar que los dichos de George Becali no llevaron al club a impuslar políticas discriminatorias hacia futbolistas homosexuales.
El caso fue elevado por la Corte de Apelaciones de Bucarest a la UE, cuyo tribunal aseveró que las elecciones sexuales de los futbolistas son “irrelevantes” a la hora de ejercer su profesión como actividad económica en el campo de aplicación del derecho de la UE.
La Corte de Justicia de la UE rechazó, en cambio, la presentación del Consejo Nacional Rumano para la lucha contra las discriminaciones (CNCD) .
El CNCD sostuvo que los dichos de Becali no podían ser considerados como provenientes del empleador sino que sólo representaban simples “molestias” punibles con un apercibimiento pues se referían a hechos ocurridos seis meses antes.
En su veredicto, la Corte de la UE subrayó que “no tolerará” una normativa nacional que prevea límites temporales similares a las sanciones aplicables en presencia de una acertada discriminación fundada sobre tendencias sexuales, en especial si la sanción no es “efectiva, proporcionada y disuasiva”.