El exjefe de la barrabrava (hinchada violenta) del popular Boca Juniors y otros 16 miembros del grupo acusados de asociación ilícita y tenencia de armas de guerra fueron absueltos el miércoles por la justicia por falta de pruebas, informaron los abogados de la defensa.
“Todos quedaron absueltos porque no había pruebas en su contra”, dijo José Monteleone, uno de los abogados defensores del grupo en las afueras del tribunal, donde el jefe del grupo Rafael Di Zeo fue recibido por seguidores.
“Me voy tranquilo porque se hizo justicia”, dijo Di Zeo, para quien el fiscal Diego Nicholson había pedido 11 años de prisión.
Unas cincuenta personas festejaron en las afueras del tribunal con banderas y bombos, al tiempo que entonaban cánticos amenazando con retomar el control de “La 12”, como se conoce a la hinchada del club, actualmente en manos de Mauro Martín.
El grupo había sido acusado por incidentes ocurridos durante un partido entre Boca y Chacarita Juniors, el 31 de agosto de 2003, que debió ser suspendido por el alto nivel de violencia.
En 2006, la justicia había condenado a Di Zeo a cuatro años y tres meses de prisión por una pelea en 1999 en la Bombonera, en un partido amistoso con Chacarita.
Los barrabravas se han convertido en fuerzas de choque para defender los elevados recursos económicos que obtienen con la venta de entradas y el cobro por estacionamiento de autos cerca de los estadios, mientras también se sospecha que tienen lazos con la venta de drogas, según diversas denuncias.
Una buena parte de los hechos de violencia que se registran en estadios de Argentina están relacionados también con las disputas internas por el control de las barrabravas.
Once personas han muerto sólo este año a raíz de los hechos de violencia en el fútbol argentino y, según la Ong Salvemos al Fútbol, las víctimas mortales suman 269 desde 1924.