Uno de los principales objetivos del Manta en este torneo era mantener la categoría y consolidar su hinchada en el Puerto manabita. Las metas se van cumpliendo de a poco.
El cuadro atunero se ubica en la mitad de la tabla con 18 unidades y ha convertido el estadio Jocay en un fortín. El pasado viernes, el equipo del técnico Fabián Bustos se impuso por 1-0 al Macará en un partido que solo pudo definirse en los últimos minutos.
Julio Maximiliano Bevacqua volvió a ser el salvador del equipo. A falta de cinco minutos para el final del cotejo, el ariete argentino marcó el único tanto y desató la alegría de sus compañeros, del cuerpo técnico y de la creciente hinchada del equipo celeste.
Gracias a su tanto, Bevacqua se ubica como el tercer mejor goleador del torneo detrás de Hernán Barcos de Liga y Jaime Ayoví del Club Sport Emelec. El argentino asumió el liderazgo en la ofensiva tras las continuas lesiones de Martín Mandra, que finalmente terminaron por marginarlo del equipo manabita.
El cuadro local intentó imponer sus condiciones desde el inicio. Bevacqua se asociaba continuamente con Narciso Mina para generar peligro en el arco defendido por Wilmer Zumba.
La zaga ambateña intentaba contener los ataques de los locales y al menos en gran parte del partido pudieron hacerlo. El cotejo fue observado atentamente por su nuevo técnico, el brasileño Janio Pinto, quien llegó al equipo ambateño la semana pasada.
Con la derrota, el ‘Ídolo’ de la capital de Tungurahua ve complicadas sus opciones. En la tabla de la segunda etapa tiene apenas nueve puntos y ya acumula 19 goles en contra en una pobre producción futbolística. En el juego del viernes en el estadio Jocay, el cuadro visitante solo atinó a defender y a contragolpear con los intentos de Jeremías Caggiano y posteriormente de Roberto Mina.