El ex árbitro colombiano Óscar Julián Ruiz analiza el arbitraje de Sudamérica. Considera que el Mundial de Brasil consolidará el referato de la región.
La independencia del arbitraje de las asociaciones y federaciones de fútbol en Sudamérica es una tarea pendiente. ¿Cómo se puede lograr aquello?
Es que nunca ha existido dependencia. Los árbitros siempre hemos tomado decisiones, fuera y dentro de la cancha, sin condicionamientos de ningún directivo, federación o asociación. Los árbitros forman parte de una federación, pero son totalmente independientes de ellas. La independencia es vital en esta profesión.
¿Formar parte de una federación o asociación no implica de hecho una dependencia?
De ninguna manera. El hecho que seamos parte del ente que maneja el fútbol en un país no quiere decir que nuestras decisiones dentro del campo de juego dependan de intereses de terceros. Éticamente el gremio ha progresado muchísimo. La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) se ha preocupado por ese detalle.
Pero las asociaciones y federaciones están compuestas por dirigentes de clubes que son partes interesadas en los torneos…
Pero existe una Comisión de Arbitraje que es la encargada de designar a los jueces para cada partido. En esa Comisión hay dirigentes y así lo estipula el reglamento de la FIFA. Lo que ocurre es que hay voces en algunos países que están intentando tachar la trayectoria de muchos jueces.
¿Qué voces y en qué países?
En Sudamérica específicamente. Pero no es un tema que me compete analizar. Prefiero no entrar en detalles al respecto por respeto a muchos compañeros réferis.
¿Podría ser el uso de tecnología una de las salidas para despejar dudas respecto al comportamiento de los árbitros?
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, ha sido muy claro en ese sentido. La tecnología que se implemente deberá ser exacta e inmediata, sin márgenes de errores. En ese sentido creo que aún no existe ese dispositivo tecnológico que ayude a despejar dudas principalmente en el conocido gol fantasma. Este tema es analizado constantemente en el máximo ente rector del balompié y creo que cuando haya las garantías para implementarla, se lo hará.
¿Por qué necesariamente tiene que ser inmediata la respuesta de el dispositivo tecnológico que se implementará?
Porque imagínese que 10 ó 15 minutos después recién se conozca si una pelota entró o no al arco. Como hincha me sentiría defraudado y como árbitro condicionado a la hora de dirigir y hasta desconcentrado porque estaría pensando en si la decisión que tomé fue acertada o no. Este tema creo que tomará mucho tiempo más de profundos análisis.
¿Les preocupa a los árbitros la implementación de ayudas tecnológicas?
El fútbol tiene una virtud: no es discriminatorio. Con las mismas reglas que se juega en Madrid y Milan se juega aquí en Ambato y Cuenca. Pero el día en que se incorporen esos dispositivos se volverá discriminatorio. Es como el tenis. Solo en los torneos de Grand Slam se utiliza el conocido ojo de halcón.
¿Y una de las alternativas no sería implementar el ejemplo de Europa donde hay, a más de los jueces de línea, un réferi más junto a cada arco?
Pero eso no garantiza efectividad. El ojo humano es imperfecto. Yo he visto partidos de la Champions League en los que los árbitros han fallado porque alguna jugada ha sido muy rápida. Además que la implementación de más jueces va de la mano con el dinero y la economía de los países.
¿Quiere decir entonces que es imposible que se aplique aquello en Sudamérica?
No es imposible siempre y cuando las federaciones y asociaciones dispongan del dinero para pagarle a los jueces. Hay que ser realistas, los países sudamericanos a duras penas tienen para pagar a cuatro jueces. Así que veo muy lejana la posibilidad de que podamos emular a Europa.
Usted se encuentra dictando un curso de actualización de conocimientos a los réferis ecuatorianos. ¿Qué nivel tienen los árbitros nacionales?
Tienen el mismo nivel que cualquier árbitro del continente. Por eso han sido tomados en cuenta para dirigir partidos de la Copa Libertadores y Sudamericana. Pero el objetivo, según lo que me han dicho, es colocar por lo menos dos jueces centrales en el Mundial de Brasil, que se desarrollará en el 2014. Para lograr ese objetivo estamos constantemente actualizando sus conocimientos.
¿En qué consiste el curso que está dictando en el país?
Actualización de conceptos en lo que respecta a reglas y situaciones de juego. Estamos ayudándolos a despejar dudas para que no se encuentren con sorpresas en la cancha. Las mañas de los jugadores también evolucionan y ante eso debemos estar preparados.
Considera que el Mundial de Brasil puede ser la oportunidad para consolidad el arbitraje sudamericano en el mundo?
Cada torneo mundial, de cualquier categoría, lo es. Lo que ocurre es que en Sudamérica aún tenemos una tarea pendiente: la profesionalización del arbitraje. Solo Argentina ha logrado profesionalizar a sus réferis. Lo que necesitamos para que el arbitraje mejore es jueces a tiempo completo. Que dediquen todo el día a entrenarse y a prepararse.
HOJA DE VIDA
Óscar Julián Ruiz
Nació el 1 de noviembre de 1969 en el municipio de Villavicencio (Colombia). Tiene 42 años.
Debutó como réferi en 1992 y se retiró el año pasado. Actualmente es instructor de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).
Es abogado de profesión y además catedrático de varias universidades y colegios en Colombia.