Juan Guerrón fichó por el Deportivo Quito para jugar la Serie B del Campeonato Ecuatoriano de fútbol. Foto: EL COMERCIO
Juan Kely Guerrón Vásquez, uno de los futbolistas con más experiencia del Deportivo Quito en la Serie B, es pariente de jugadores activos y exfutbolistas como Cléber Manuel Chalá, Hugo, Raúl y Joffre ‘Dinamita’ Guerrón, entre otros.
“A este equipo siempre lo he visto como una gran institución porque en años anteriores jugaron acá familiares míos como Raúl y Hugo… Por eso, por mi mente, siempre pasó vestir esta camiseta y creo que hasta hoy lo he hecho de la mejor manera. Lastimosamente pasamos momentos difíciles, pero hasta hoy me siento orgulloso de estar acá”, contó el deportista de 32 años que llegó en el 2015 a la ‘Academia’, temporada en la que el elenco capitalino perdió la categoría en la Serie A del fútbol ecuatoriano.
A los 14 años dejó el Valle del Chota para buscar suerte en el fútbol. Recibió posada en la casa de una tía y recuerda que su madre viajaba para Latacunga, Ambato y otras ciudades para vender ovos y ayudarlo con dinero para vivir en la capital ecuatoriana. Se probó en Liga de Quito, por recomendación de Nixon Carcelén, pero no se sintió cómodo. Pasó luego a Espoli, donde realizó las divisiones formativas.
Al inicio dijo que era delantero, pero un entrenador lo vio con condiciones para marcar y defender. Aprendió así los conceptos básicos de achicar, rechazar… con 17 años debutó en Serie A en un cotejo ante El Nacional. “Después de ese primer partido, por la emoción, no pude dejar de llorar en el camerino como el niño que era en ese entonces”, recordó el defensa, quien se desempeña como central o lateral izquierdo, y que también ha defendido a El Nacional, Liga de Quito, Macará, Olmedo, Deportivo Cuenca, Liga de Loja, Valle del Chota e Imbabura.
“En el valle uno juega, juega y corre atrás de la pelota. Se corre por todos lados y de niño me gustaba a hacer goles, por eso dije que era delantero. Por fortuna hubo personas que vieron cualidades en mí y me guiaron para que trate de evitarlos… Para ser defensa hay que ser una persona seria. Es una posición en la que no hay tiempo para estar con niñerías, en la que no se puede perder el balón. Desde atrás se gesta todo. Cuando los compañeros saben que hay una buena defensa, un buen arquero, eso da confianza para ir hacia adelante y buscar el arco rival”.
¿Quisiera que sus hijos fueran futbolistas? “Sí, me gustaría mucho, pero primero que estudien. Yo los apoyo si quieren jugar, pero también los incentivo a los estudios”.