Franklin Guerra, futbolista de Liga de Quito, durante un entrenamiento en una finca de su propiedad en Manabí. Foto: cortesía
Franklin Guerra combina sus entrenamientos con Liga de Quito y sus actividades cotidianas. El ‘Mariscal’, como lo bautizaron al zaguero central manabita, decidió volver a Portoviejo, para pasar en su fincha durante la cuarentena. Ahí aprovecha el tiempo al máximo.
En sus redes sociales ha publicado una serie de imágenes de sus actividades. Desde la continuación de sus estudios universitarios, hasta los paseos por el campo junto a sus hijos.
La cuarentena también le ha servido para compartir más con sus hijos. Él es quien les ayuda a a hacer las tareas escolares y quien trata de de ayudar en las actividades de hogar.
“Entrenar en casa es más pesado que estar en la cancha. Nos exigen más y estamos todo el tiempo realizando trabajos de fuerza. Nunca pensé que pasaría así. Se extrañan mucho las canchas“, dijo Guerra en una entrevista en Radio La Red.
El ‘Mariscal’ recordó que fue su padre quien lo motivó a ser futbolista. Apenas tenía ocho años cuando lo llevó a una cancha de tierra para tocar el esférico.
“Mi papá es quien me impulsó a ser un futbolista profesional. A los 8 años no me gustaba este deporte. Siempre pensé en estudiar otra cosa. Al marcar un gol en una cancha de tierra, me enamoré del balón”, recordó.
Sobre las actividades que realiza, aseguró que continúa sus estudios en Negocios Internacionales. También ayuda en casa y hasta cosecha plátano verde en la finca de su familia, en Portoviejo.
“Estar en casa me ha permitido estar cerca de mis hijos en sus estudios y crecimiento. Me emociona verlos aprender cosas nuevas y poderlos ayudar. Estoy valorando estos momentos”, recordó.