Los errores dirigenciales han llevado a Liga y al Deportivo Quito a la actual situación. Usando un ‘cliché’: no van para ningún lado. Los dos clubes, máximos representantes del futbol pichinchano en los últimos años y últimos dos equipos campeones con mayores éxitos, andan con brújulas perdidas.
La culpa se la echan a los DT, que también tienen responsabilidad, pero las decisiones finales pasan por los dirigentes. Ahora analizaremos estos casos con casos puntuales.
1.- Liga de Quito y la historia. Aquí aún se recuerdan los hechos que constituyeron a este club en el más exitoso. Se quedaron en ese espacio, sin procesar el presente y el futuro. Vendieron a futbolistas y después los hicieron retornar. Es decir, se quedaron en la historia. Sus directivos y entrenadores no apostaron a la renovación, argumentando que sí lo hacen; eso lo dicen por defender su proyecto y a la institución. Pero sin reconocer que el ciclo de futbolistas históricos se cumplió y que urge el reemplazo de un buen grupo.
2.- Deportivo Quito. Es un club que aún desconoce su horizonte en este año. Sus dirigentes actuaron apresuradamente al despedir al DT Carlos Ischia y reestructurar el equipo a mitad del año, sin medir las consecuencias. Ahora atraviesan crisis similares a las que vivieron décadas pasadas. Y también está en el grupo con pocas posibilidades de aspirar a clasificarse a torneos internacionales. En ese espacio sus directivos se resisten en admitir que se equivocaron en sus decisiones.