A cinco fechas de terminar la segunda etapa del Campeonato, los equipos de Pichincha ven de lejos la disputa por el título nacional.
Hay opciones matemáticas que Liga de Quito llegue a la final con una ecuación complicada de resultados adversos de Barcelona, pero las dudas pasan por el bajo rendimiento futbolístico.
Las necesidades y los apuros son diferentes entre los planteles. La ‘U’ busca que no se derrumbe todo y cerrar el año con el cupo de un torneo internacional.
El Deportivo Quito y El Nacional están perseguidos por el fantasma del descenso. Los chullas, campeones del año pasado, están confiados en que no habrá mayores apuros con el colchón de tres partidos diferidos por jugar.
En los militares, en cambio, hay confianza en el grupo para intentar salvar la categoría. Es una realidad diferente a lo que se vivió en los últimos siete años. Desde el 2005, los clubes de Pichincha se repartieron los títulos entre El Nacional, Liga (Q) y el Quito.
El sexto año lejos de sitios estelares
El Nacional tiene la obligación de salvar la categoría este año. Así de grave es la crisis que golpea a los rojos, con 13 títulos nacionales.
En lo dirigencial no hay calma y en lo futbolístico pasan sustos. Hay pugnas en lo administrativo por el manejo del club. En cambio, en el torneo el rojo está cobijado por la sombra del descenso. Después del 2006 no ha vuelto a buscar títulos.
En los últimos cuatro años, ha rasguñado el cupo en Copa Libertadores, pero ha tenido una participación discreta y ha salido sin trascender.
El 2009 fue a la Copa tras haber quedado en el cuarto puesto en el Campeonato del 2008. El año pasado se ganó el derecho al quedar en tercer lugar, pero no pudo superar la primera fase y Libertad de Paraguay.
No han sido pergaminos brillantes y a nivel local ha perdido espacio entre los clubes que han disputado los campeonatos. Sin embargo, el agua comienza a subir del cuello entre los militares por la campaña de este año con el DT Sixto Vizuete comandando el barco rojo.
El DT ecuatoriano reemplazó a Mario Saralegui y asumió el reto con un plantel que él consideró suficiente para disputar en los primeros lugares.
En la primera etapa, El Nacional quedó en el octavo lugar con más derrotas que triunfos. El gran campanazo fue ganarle a Barcelona en Guayaquil.
La campaña de la segunda, etapa es mala. A penas ha conseguido tres triunfos. Junto con Liga, es el equipo que más veces ha empatado: ocho en total y registra cuatro derrotas. El reto será salvar la categoría.
No pelear el título, un fracaso
El 14 de diciembre del año pasado, tras caer en la final de la Copa Sudamericana ante Universidad de Chile, se habló del final de una época dorada en Liga de Quito.
El DT Edgardo Bauza y los dirigentes se convencieron que la caída en la final fue producto del cansancio físico antes que ser catalogado como el principio del fin de una generación ganadora. Hubo un agregado: se quedaron sin participación internacional.
Así, el ‘Patón’ apuntaló su equipo con siete refuerzos. Ningún juvenil. Se apostó por el talento de Damián Manso, David Quiroz, Édison Méndez, Elvis Bone, Ezequiel Luna, Ariel Nahuelpan…
Los dos primeros de esta nómina dejaron más dolores de cabeza que alegrías y la unidad del grupo estuvo en tela de duda acompañada con cuestionamientos a la disciplina del plantel.
Bauza no pudo ensamblar un estilo de juego competitivo. Las lesiones alteraron sus planes y no le alcanzó para estar entre los primeros en el primer semestre.
Contratar a Eduardo Echeverría, Pablo Vitti y apostar por el regreso de Joao Plata no alcanzó para que en el segundo semestre aparezca ese fútbol demoledor.
La Casa Blanca se ha convertido en un estadio donde es posible sangrarles puntos a los albos. Lleva cuatro empates y dos derrotas como local en la segunda fase.
En números, Liga todavía puede llegar a la final, pero por fútbol está lejos. La forma de juego ha causado más enojos que alegrías en los hinchas. La boya de salvación de la ‘U’ será inscribirse en un certamen internacional.
Se descuidó el torneo doméstico
Un año con despedidas traumáticas en los octavos de final de las copas Libertadores y Sudamericana y los desequilibrios económicos rayaron las hojas de la planificación en el Deportivo Quito.
La colección de los tres títulos nacionales, en los últimos cuatro años (2008, 2009 y 2011), inyectó ilusión de protagonismo a nivel internacional y desplazó a segundo plano los intereses en el torneo local.
Fue una hipoteca peligrosa que marginó al plantel azulgrana de la defensa del título nacional en esta temporada.
En el primer semestre, una goleada ante la Universidad de Chile (6-0), en mayo, significó el descalabró del cuerpo técnico comandado por Carlos Ischia y una renovación de objetivos. El club terminó la primera etapa del Campeonato en la séptima posición y sin nada.
El acto de contrición de los jugadores y la llegada del DT Rubén Darío Insúa sirvió para que la ‘AKD’ vuelva a ilusionarse con un trofeo internacional.
Y, otra vez, volvió a despedirse con una goleada 4-0 ante Tigre manchando la campaña en Sudamericana. El reto en los dos frentes y la falta de un plantel numeroso incidieron en el descuido del torneo local y en el aplazamiento de cotejos.
Entre estos vaivenes y la elección de una nueva directiva, el Quito está ubicado en una zona incómoda por el descenso.
Sin embargo, los chullas calculan que sumando la mayoría de puntos les alcanza para volver por una revancha en torneos internacionales.
El otro rival del Quito es la deuda de USD 2 millones.