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Llegó la hora, atrás han quedado muchos horas de entrenamiento y de preparación, muchas charlas de motivación, muchos viajes y obstáculos superados.
Es el momento de escuchar el Himno Nacional de forma diferente y sentirse el más grande de los Patriotas.
En un Mundial de Fútbol hay tres grupos muy marcados: Los favoritos, que son los que han levantado la copa; los de siempre, que son potencias y saben cómo llegar hasta semifinales; y los que sorprenden a todos.
Hace ocho años, justamente, Ecuador sorprendió al mundo gratamente con buen futbol y goles; aún se pueden escuchar los comentarios en los pasillos de los estadios del país y la afición recuerda cómo gritaban de alegría los goles de su selección nacional, que es un orgullo patrio.
La vida nos da otra oportunidad siempre. Es hora de olvidar los problemas del diario vivir y usar el fútbol como medicina. Después de ocho años esperamos mucho tiempo este momento y hay que vivirlo con intensidad.
Pero, ¿qué oportunidad tenemos ante nuestros rivales? En el fútbol tenemos todas las oportunidades. Debemos confesar victoria frente a la aparente derrota, confesar abundancia frente a la aparente carencia de nuestra selección.
Podemos usar el poder de la palabra, y más sin son llenas de fe. Confiese: “vamos a ganar”, “marcaremos 5 goles”, las palabras son lo más poderoso del universo.
Hoy les escribo de las oportunidades y de una herramienta que debe estar en nuestro pensamiento continuamente y que debemos usar como motor: La actitud, que es la que llevó a Ecuador a tres mundiales y ahora vuelve a alegra al país. Siempre es bueno saber que podemos llegar tan lejos como queramos.
El anfitrión Brasil, abrirá el mundial, pero el domingo es el día de Ecuador. La misión es derrotar a Suiza, una selección con la experiencia más fresca, porque estuvo en Sudáfrica 2010 y se dio el lujo en su debut de derrotar a España 1-0.
Se defendió a ultranza y contra los ecuatorianos hará lo mismo. Estoy seguro que la Tri encontrará el camino.