Jacqueline Spencer, hija del exdelantero ecuatoriano. Foto: Cortesía Jacqueline Spencer
Entrevista a Jacqueline Spencer, hija del Hija de Alberto Spencer Herrera.
¿Cuándo fue la última vez que visitó el estadio Alberto Spencer de Guayaquil?
Junto a mi mamá y mi hermano mayor estuvimos en Ecuador, con motivo de la Copa Alberto Spencer, a mediados de junio y tuvimos la posibilidad de visitar el estadio. En lo personal estuve de visita en Ecuador hace dos años, y me impresionó el mal estado del edificio y de la cancha, me llevé una mala impresión. Al regresar me apenó que en este tiempo haya empeorado.
¿Desde entonces estuvo pendiente de que sucedía con el edificio?
Sí claro, siempre estuve haciendo seguimiento a la distancia. Se veía que el estadio estaba volcado a otras actividades, no tanto deportivas, con esto de los espectáculos musicales. Me apenó que se haya perdido la finalidad del estadio.
¿Qué sensaciones le dejó su última visita al estadio?
Algo, que se trató de hacer como un homenaje y un reconocimiento, que está en tal estado de descuido a uno como familiar le genera un sentimiento de falta de respeto. No se cuidó lo que fue motivo de orgullo para mi papá.
¿Cuándo solicitaron el retiro del nombre de su padre del estadio?
A principios de julio, cuando estábamos en Uruguay, nos contactó Fedeguayas por el 60 aniversario del estadio y querían la presencia de la familia, porque había un homenaje para mi papá. Agradecimos el gesto, pero no estábamos de acuerdo en participar por las condiciones del escenario, ya lo habíamos visto y fue ahí que transmitimos nuestro deseo a los dirigentes.
En la foto, posa junto a su familia en el museo del deportista, que funciona en Ancón. Foto: Cortesía Jacqueline Spencer
¿Estaban molestos por el descuido del escenario?
Estábamos elaborando una nota haciendo la solicitud, en buenos términos. Nunca estuvimos enojados, solo planteábamos que en esas condiciones el estadio no era un homenaje para nadie. Sin el afán de pecar de soberbios y sin tratar de ofender a los ecuatorianos, el edificio en esas condiciones no es un homenaje para ningún deportista.
¿Quitar el nombre era la mejor decisión en ese momento?
Reflexionando entre todos, pensamos que reacondicionar el estadio era un costo importante para las autoridades, es un edificio grande con una falta de mantenimiento que es de mucho tiempo atrás; honestamente, cuesta un poco tratar de poner en palabras el sentimiento de desilusión que nos embargó.
¿Cuánto significó el estadio Modelo de Guayaquil para su padre?
A nosotros nos pasó algo especial, en sus últimos días de vida supo que el estadio llevaría su nombre y eso lo entusiasmaba. Él tenía un vinculo con el estadio, jugó el partido de inauguración hizo el primer gol en ese estadio. Por eso aceptamos el homenaje después de su muerte, para él era motivo de alegría.
¿Qué los hizo cambiar de opinión y mantener el nombre de su padre en el estadio porteño?
Andrea Sotomayor (Secretaria del Deporte) se comunicó conmigo y me pidió que intercediera ante la familia para reconsiderar el tema, por lo que mi papá era para el país. Me explicó lo de la intervención y bueno, quedó el compromiso de empezar los trabajos de reacondicionamiento.
¿Es cierto que puso un plazo hasta diciembre para las readecuaciones?
Hicimos el planteamiento de nuestro sentir como familia y de las autoridades vino la propuesta y el compromiso, el plazo (hasta diciembre) lo pusieron ellos, no nosotros.
Además de la remodelación, a que más se comprometieron las autoridades?
Más allá de volver a poner en funcionamiento el estadio, el mejor homenaje para mi padre era también que volviera el fútbol, es un escenario con mucha historia, un verdadero templo de este deporte. De nuestro lado el compromiso es el de esperar.
En septiembre iniciarán los trabajos. ¿Si no se cumple volverán a solicitar el retiro del nombre?
No tenemos problema, lo que queremos es que en realidad el estadio esté en condiciones, es un edificio histórico que debe conservarse. No vamos a presionar a las autoridades. Estamos conscientes de que se requiere una inversión importante. No somos inflexibles, sabemos que los plazos de las obras no son rígidos, le pasa a todos incluso cuando uno remodela su casa hay contratiempos.
¿Que expectativas tienen con la remodelación del escenario porteño?
Si hay un estadio que lleva el nombre de Alberto Spencer, nos gustaría que cualquiera que se pare frente a él sepa que es un emblema digno de un futbolista que fue símbolo del Ecuador y de Sudamérica, esa es la imagen que el mundo tiene de mi papá.
¿Llegó a Uruguay la noticia del mal estado del Alberto Spencer?
Sí se conoció, se lo trató en los medios de comunicación y en redes sociales. Nosotros como familia, tratamos de aclarar la situación; algunas personas se mostraron comprensivas con lo que nos plantearon y otras no tanto. De nuestra parte tratamos de ser lo más respetuosos posible.