El entrenador de la selección de Suiza Ottmar Hitzfeld. Foto: AFP
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El seleccionador de Suiza, Ottmar Hitzfeld, a un día del debut frente a Ecuador en el Mundial de Brasil, señaló hoy que el conjunto suramericano, más allá de las individualidades, es un buen equipo, capaz de desplegar buen fútbol.
En una rueda de prensa en el estadio Mané Garrincha de Brasilia, donde se jugará el partido, el técnico alemán quiso dejar claro que Ecuador “no está formado sólo por Antonio Valencia, Noboa y Caicedo” y destacó su juego en equipo y, sobre todo, su ataque, que calificó de “excelente”.
Resaltó también la velocidad de los ecuatorianos y su “facilidad para pasar de la defensa al ataque” muy rápidamente.
De hecho, para no dar facilidades al entrenador de Ecuador, el colombiano Reinaldo Rueda, Hitzfeld no quiso desvelar la alineación que presentará mañana y, preguntado sobre las debilidades de su propio equipo, invitó a los periodistas a preguntarle al técnico rival.
Eso sí, Hitzfeld resaltó que Suiza es un “equipo que está bien organizado” y que tiene “un juego bien desarrollado”.
Preguntado sobre las aspiraciones de la selección suiza, se ciñó a su discurso tan repetido estos últimos días, insistió en que “el objetivo es llegar a cuartos” de final y afirmó que el hecho de estar en Brasil ya es un “sueño” en sí mismo.
Hitzfeld no quiso dejar de señalar la dificultad del grupo E, en el que están encuadrados. Según el técnico, se tienen por delante “tres finales”, aunque apuntó que “Francia y Suiza están a la par y ambas son favoritas”.
Junto al técnico teutón, asistieron a la rueda de la prensa el capitán del equipo, Gorkhan Inler, y Valon Behrami.
Preguntado sobre su papel en la selección, Inler señaló “que es muy importante” que pueda “dirigir al equipo” y transmitir su experiencia, aunque subrayó que los suizos deberán “jugar todos juntos”.
Sobre su actual relación con el capitán de la selección, con quien tuvo algún roce en el pasado, Behrani quiso señalar que era precisamente ese el motivo por el que estaban los dos presentes en la rueda de prensa, “para demostrar que todo está bien” entre ellos.
“Yo tengo mucho respeto por él y él tiene mucho respeto por mí”, remarcó sobre su compañero en el Juventus de Turín.
Behrani, que jugará su tercer mundial, confesó que no guarda un “buen recuerdo” de sus otras dos participaciones.
En uno acabó lesionado en su primer partido y en el otro fue expulsado, también en su primer partido.
“He cometido errores” confesó, pero dijo haber madurado y expresó, medio en broma, su deseo de “poder acabar algún partido” durante este Mundial de Brasil.
Una vez acabada la rueda de prensa, el equipo entero saltó al campo para comenzar su entrenamiento.
En un principio, se trató de una sesión distendida y desenfadada, con bromas y estiramientos, pero con el paso de los minutos fue cobrando intensidad.
Además de recibir instrucciones de su técnico en el centro del campo, los suizos ensayaron disparos de larga distancia, tiros al portero y lanzamientos de córner.
En uno de estos, de hecho, la intensidad ya era tal que dos jugadores se golpearon y tuvieron que ser atendidos por los médicos del equipo, aunque sin consecuencias.