Al final del partido en el que Barcelona derrotó 3-0 a El Nacional, los dirigentes del club entraron al camerino para festejar con los jugadores. En el lugar todo era algarabía, cánticos, bromas y juegos con baldes de agua esperaban a los directivos.
Todos los que entraban al camerino salían empapados. Fue una especie de bautizo para los dirigentes, que ganaron la etapa por primera vez, desde que asumieron el cargo en octubre del 2015.
Carlos Alfaro Moreno, vicepresidente deportivo, era uno de los más emocionados, en sus declaraciones para los periodistas sus ojos se llenaron de lágrimas cuando empezó a hablar del objetivo que pudieron cumplir en los últimos 10 meses.
“Somos gente honrada que trabaja para el bien de la institución. Barcelona tiene la obligación de ser protagonista en todos los torneos que enfrenta”, mencionó el vicepresidente de la institución.
A pesar de su emoción, el vicepresidente tenía claro que hasta el momento su equipo solo ganó una etapa. Espera que en diciembre se repita la campaña y finalizar la temporada como campeones.
Alfaro salió del estadio emocionado, acompañado de sus hijos. Afuera del escenario lo esperaban cerca de 50 hinchas, que le agradecían y lo victoreaban.