La tribuna de la calle San Martín, en el estadio Capwell, tendrá la altura de un edificio de nueve pisos. Foto:Francisco Flores/ EL COMERCIO
Las personas que viven en la avenida San Martín y la calle Pío Montúfar, centro-sur de Guayaquil, mantienen sus puertas y ventanas cerradas todo el día, a pesar del calor de 32 grados que promedia la ciudad. Eso para evitar que la arena, que se levanta por la remodelación del estadio George Capwell, ingrese a sus casas.
Los transeúntes que pasan por esa intersección deben cubrirse la boca para evitar respirar el material de construcción. La San Martín solo permite transitar hasta la Pío Montúfar, en sentido este a oeste. Desde ahí hasta la avenida Quito -una cuadra- la calle está cerrada, por los trabajos.
En ese sector se tumbó toda la tribuna y se levantó una edificación de nueve pisos, con camerinos, baños, elevadores, estacionamiento para buses…
El Capwell estará terminado en seis meses aproximadamente, debido a las modificaciones que se hicieron a los planos iniciales. Se decidió construir dos niveles más de suites, para incrementar la capacidad del estadio.
Luis Valero, principal de Construdipro, que construye la obra, está tranquilo con el avance, a pesar de que en primera instancia se dijo que los trabajos terminarían en mayo del 2016. La construcción comenzó en febrero del 2015.
Valero informó que la obra está valorada aproximadamente en USD 22 millones. Los trabajos también incluyen remodelar toda la fachada del estadio, modernizar el sistema de iluminación, conexiones eléctricas, cambio de tuberías de agua potable y la reposición del gramado. Es una reestructuración integral.
Se utilizan materiales nacionales e importados. El cemento, arena, bloques y acero es de fabricación local, mientras que las luminarias, asientos, ascensores, marcadores electrónicos y césped se compraron en diferentes partes del mundo.
Aproximadamente 250 personas trabajan en la obra. Ellos inician sus actividades a las 08:00 y terminan pasadas las 18:00, de lunes a sábado. Tienen una hora para almorzar.
Vicente Estrada, fiscalizador de la construcción, estima que estructuralmente la obra está completa en un 90%. Falta la construcción de las cuatro torres esquineras, que darán la conexión interna entre las localidades.
“La iluminación será de primer nivel, apta para transmisiones en alta definición”, contó el profesional que acude regularmente al Capwell, para constatar los avances.
En ese estadio se jugaron 47 Clásicos del Astillero. El último fue el 21 de diciembre del 2014, con la victoria eléctrica 3-0 en la final del campeonato.
Hoy, a partir de las 16:30, se jugará un nuevo Clásico, pero en el estadio Monumental. Sería el número 66 en ese escenario, que también podría atravesar por un proceso de remodelación, a mediano plazo.
El déficit que tiene el club de USD 22,6 millones hace que por el momento la remodelación del escenario no sea una de las prioridades.
A pesar de eso, el presidente José Francisco Cevallos adelantó que para el proyecto se necesitaría una inversión de USD 5 millones.
La intención es modificar la fachada, al estilo del Alianze Arena de Alemania, techar todas las localidades y modificar el sistema de iluminación.
También se contempla la posibilidad de construir un centro comercial en la playa de estacionamientos del escenario.
El proyecto y maqueta virtual se presentó en marzo pasado, durante la Asamblea General de Socios, en Guayaquil.
Según el presidente de la comisión de estadio, José Luis Valero, solo el estudio de factibilidad tendría un costo aproximado de USD 50 000.
La intención de los directivos es buscar socios estratégicos, entre los auspiciantes, para financiar la obra. No hay una fecha establecida para el inicio de los trabajos.
Clásico
El Monumental, sede del duelo entre BSC y Emelec (16:30), se readecuará. En el Capwell siguen la obras.