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El optimismo y la alegría se respiran en el restaurante Los Arrieros, en el norte de Quito, lugar donde se congregaron aficionados colombianos para respaldar a su Selección.
Las camisetas amarillas, banderines, pitos, gorros y rostros pintados son la tónica previa al cotejo a disputarse en el estadio Castelao de Fortaleza, en Brasil.
Juliana Penagos, una de las comensales en el establecimiento, dijo sentirse motivada por el duelo entre dos selecciones sudamericanas. “Lo más importante es que venimos a disfrutar de un fútbol bonito”, indicó la colombiana.
En el establecimiento, que luce decorado con globos y serpentinas de color amarillo, azul y rojo, además banderines alusivos a la Selección cafetera, se encuentran más de 100 personas, quienes disfrutan de la gastronomía colombiana mientras miran la previa.
Todos confían en que Colombia se meterá en las semifinales del Mundial, aunque pronostican que será un partido difícil.
Para Paulo César Solórzano el compromiso será “complicado”, pero no oculta su admiración por James y fue enfático al señalar que el ’10’ del Mónaco “marcará dos goles”