Entrevista a Antonio Noboa / Presidente de Barcelona
Cuando empezó el proyecto Primero Barcelona, ¿se fijaron un plazo para lograr el título?
Luego de tantos años de tristezas, decidimos, con un grupo de profesionales y empresarios, hacer algo por este club. Era un tema personal porque somos barcelonistas. Asumimos convencidos de que haríamos historia. Quisimos desde el inicio manejar el equipo como una empresa.
¿Pero cuándo preveían ser campeones? Porque al inicio de la campaña dijeron que armarían un plantel para ser competitivos y pelear en la parte alta de la tabla y terminaron con la estrella 14…
Bueno, cuando se está inmerso en el deporte y en este club, siempre se busca ser campeón. Tuvimos limitantes el año pasado desde julio que asumimos la presidencia. El equipo estaba armado y no pudimos hacer muchos cambios. Pero este año dimos mayor orden. El club hoy tiene jugadores propios. Soy honesto, no planificamos cuándo seríamos campeones, aunque era uno de los deseos. Fue clave equivocarnos lo menos posible.
¿Ven a Barcelona entonces como un buen negocio?
El fútbol sí es un negocio rentable. Pero lamentablemente es inentendible cómo (directivas anteriores) se despreocuparon de la imagen de un club tan grande como Barcelona, de su parte institucional. De a poco, en el año y medio que tenemos en funciones, encontramos la fórmula para mejorarla y convertirla en una empresa (hablando de la institución).
Si bien el equipo se reforzó con futbolistas experimentados que contribuyeron al campeonato, ¿qué pasará con los juveniles? Barcelona normalmente desecha muchos talentos…
Tenemos muchos jugadores jóvenes que están siendo observados. En el plantel de Primera trabajan ocho chicos de las divisiones menores y que ya forman parte de ese grupo selecto. Queremos abrir así un espacio para que permanentemente los chicos menores se preparen con el plantel principal. La intención es que a la largo plazo, Barcelona se nutra de jugadores propios para ya no tener que comprar, gastar dinero, sino utilizar nuestra materia prima. Hemos sido muy mezquinos con los procesos, despreciando muchos talentos que luego vuelven.
¿En base a qué criterio seleccionó a su equipo de colaboradores?
Son personas muy capaces. Eso valió más allá de la amistad. Conocen muy bien al club y aportan con soluciones, que es lo más importante. A ellos no hay que decirles qué deben hacer, ni preguntan qué tienen que hacer en un momento complicado. Tienen poder de decidir y tomar acciones porque solo piensan en beneficio de Barcelona. Cada uno tiene el mismo chip conectado. El club es una empresa.
¿Qué poder delegó a cada uno de sus colaboradores directos?
Cuento con gente que tiene voz, decisión dentro de la directiva, que puede levantar la mano con alguna moción. Este no es solamente un grupo de amigos que se reúne para conversar. Son activistas en el fútbol. Hay mucha gente que quizá no aparece en pantalla, pero su labor es muy importante para Barcelona.
Un colaborador importante es el presidente de la Comisión de Fútbol para armar el equipo. ¿Él también tuvo plena libertad?
José Doumet conoce mucho de fútbol. Él se encargó de las contrataciones de los que están ahora y de los estarán el próximo año. Frecuentemente observa videos de los jugadores que interesan. El fútbol se mueve por los números, se puede medir todo por rendimiento. ‘Pepe’ domina muy bien la tecnología para este propósito. El equipo de fútbol es el motor institucional.
Liga de Quito puso una aspiración alta para el resto de clubes locales en las copas Libertadores y Sudamericana. Barcelona es el equipo más laureado en el país. ¿Ya es hora de conseguir títulos internacionales?
Bueno, intentaremos potenciar el equipo con jugadores que nos permitan realizar buenas participaciones internacionales. Es un proceso, porque no puedo decir que ya seré campeón. Hay que evitar, con mucha humildad, de que la emoción nos lleve pensar que somos campeones sin ser nada. Hay que entender que otros equipos buscarán también ese objetivo. Estoy seguro que Liga (Q), sin restar mérito, tampoco se habrá sentido campeón sino hasta cuando terminó cada final.
¿La consecución de la estrella 14 luego de tantos años sirvió para desahogar la presión que se acumuló con el paso del tiempo sobre Barcelona?
(Sonríe) Sin duda. Parece mentira, pero cuando se gana el triunfo dura muy poco. Cuando se pierde, el sentimiento de dolor dura mucho más. Hay que tratar de seguir en esta línea, de mantenerse nuevamente peleando campeonatos, volver a ser un equipo peligroso para todos. Barcelona no puede conformarse con este título. Se crece con voluntad y mucho esfuerzo.
¿Cómo hicieron para afrontar esa lluvia de juicios que caen siempre sobre la institución?
Ese ha sido un mal de Barcelona. Tuvimos que lidiar con demandas dejadas por administraciones anteriores. En nuestro caso, tuvimos que hacer contratos muy claros, transparentes para los jugadores y para nosotros. Por eso pudimos cerrar casos como los de Aldo Duscher y Pablo Lugüercio, que salieron del equipo sin problemas. Procuramos arreglar los líos que aparecen, pero siempre hay nuevas sorpresas que nos complican.
HOJA DE VIDA
Datos personales. León Antonio Noboa Ycaza nació el 6 de noviembre de 1969, en Guayaquil. El empresario asumió la presidencia en julio del año pasado.
Sus inicios en el club. ’ ‘Toño’, como es conocido, empezó su carrera directiva entre el 2003 y 2004, como presidente de la Comisión de Fútbol, bajo la presidencia de Leonardo Bohrer.
Su regreso. En el 2008 fue binomio de Eduardo Maruri. Terminó como vicepresidente, pero hubo malas relaciones.