Sin mostrar agotamiento pedalea la cuesta y llega al sector de Turi, en el sur de Cuenca. Allí se encuentra la pista de Ictocruz, en donde Claudia Loyola Márquez se entrena los martes y jueves, desde las 15:30. Lo hace junto a su director técnico Santiago Padilla y otros ciclistas.
Tras una breve charla con Padilla, la ciclista de 15 años empieza animosa su rutina en este privilegiado mirador de la capital azuaya. El sol brilla y al mismo tiempo sopla un viento helado. La alumna del primer año de bachillerato del Colegio Santa Ana está acostumbrada a este contraste natural.
Tampoco es nuevo para ella recorrer senderos, eludir piedras, gradas naturales, montículos y vegetación. Va por el cuarto año en esta disciplina y ya tiene títulos a escala sudamericana, latinoamericana y panamericana en las categorías cadetes y prejuvenil, obtenidos entre el 2012 y 2013.
Antes de incursionar en el ciclismo de montaña practicó por nueve años taekwondo y obtuvo éxitos locales y nacionales. Tiene el título de cinturón negro. Siempre quiso practicar el ciclismo, pero su madre, Claudia Márquez, consideraba que era una disciplina riesgosa.
Claudia es una joven amigable y soñadora. Su meta a corto plazo es clasificarse a los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se desarrollarán del 17 al 20 de agosto próximo en Nankín, China. Su gran sueño es obtener un cupo para los Juegos Olímpicos de mayores.
Sus retos se basan en los éxitos obtenidos en los últimos dos años. En abril del año pasado, por ejemplo, fue campeona panamericana, categoría cadetes, en Argentina. Allí superó a la colombiana Natalia Ramírez y a la argentina Paula Moschella.
En octubre del 2013 ganó el título latinoamericano, tras vencer a la colombiana María Fernanda Arévalo y a la chilena Paula Molina. En el 2012 fue campeona sudamericana. Son los tres únicos torneos internacionales de su carrera como ciclista, en la modalidad de cross country.
Padilla, su entrenador, la define como una ciclista responsable que no pone pretextos cuando le toca madrugar para entrenarse antes de ir a clases. Él resalta que tiene bien formada su musculatura en la parte de la pantorrilla, por haber practicado taekwondo. “Es técnica y fuerte para el cross country”.
Según Loyola, haber sido la mejor del 2013 a escala panamericana e iberoamericana le motiva, pero se siente comprometida porque cada vez se pone más difícil la competencia.
Este domingo quiere demostrar que es la mejor del país en su categoría y así clasificarse al Panamericano, que se cumplirá a finales de marzo en Brasil.
La ciclista considera que tienen el puntaje necesario para entrar en el grupo de becados del Ministerio del Deporte.
Hasta ahora su padre, Carlos Loyola, ha puesto el dinero para sus viajes a competencias internacionales, su estadía y alimentación. La Federación Deportiva del Azuay le pagó los pasajes aéreos para el torneo Latinoamericano.