Jairo Padilla (izq.) es uno de los creativos y jugadores más veloces de Aucas, esta temporada. El argentino Ismael Blanco (der.) es el goleador de los toreros. Hoy, será titular en la ‘Caldera del Sur’. Foto: archivo El Comercio
Los jugadores de Aucas y Barcelona son conscientes de que los hinchas de sus equipos son pasionales. Conocen que pueden ser abrazados efusivamente por una victoria o hasta ser agredidos por una derrota.
En estos clubes, que hoy (23 de agosto) se enfrentan desde las 12:00 en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda, no hay puntos medios. Se puede pasar de la felicidad extrema hasta la depresión y las lágrimas, advierten también los futbolistas que pasaron por estos planteles.
¿Por qué? Ney Raúl Aviles, exdelantero de los canarios, ensaya una respuesta: la idolatría que generan entre sus aficionados.
Ambos clubes empezaron a ser llamados ídolos desde hace más de 60 años. El plantel oriental empezó a ser conocido con ese sobrenombre a inicios de 1952. Esto porque en 1951 conquistó su quinto título de la era amateur tras derrotar 1-0 a Liga de Quito.
“El equipo generó mucha atracción y lo llamaron ídolo por esos antecedentes. Este apelativo tiene la condición de ser el plantel más popular”, explica Ramiro Montenegro, expresidente del club y quien escribió un libro sobre la historia del ‘Papá’.
Esa idolatría se mantiene 64 años después, pese a que el cuadro oriental pasó por el descenso en su historia en el balompié ecuatoriano. El último ‘calvario’ ocurrió entre el 2006 y el 2014, cuando transcurrió entre la Serie B y la Segunda antes de volver a Primera. En el partido de ascenso a la Serie A, el año pasado ante Liga de Portoviejo, Aucas llenó los graderíos del estadio Olímpico Atahualpa. Hubo lágrimas y festejos.
En Barcelona pasa algo similar. Su himno, creado en 1970, tiene en su estrofa la palabra ídolo. Juan Manuel Oleagoitia, un peruano de padre español y madre guayaquileña, dice que se inspiró en esta connotación.
Él creó la canción oficial Dale Barcelona, estrenada en 1987 con la inauguración del estadio Monumental. “Eso cambió mi vida”, dice el cantautor y publicista, quien tiene una productora de audio.
Él también creó la anterior versión del tema oficial que tenía en su estribillo la palabra ‘Modelo’, porque ahí jugaba de local el cuadro amarillo.
Pero con la nueva canción tuvo “más pegue”. “A mi productora le va bien cuando gana Barcelona. De lo contrario…”, dice Oleagoitia, quien afirma se enamoró del conjunto torero. Sus hijas Olga María y María Belén también son seguidoras del plantel guayaquileño.
Pero esa idolatría también ha sido peligrosa, insiste Avilés. Él recuerda que Barcelona perdió ante ‘U’ de Chile, en 1996, por la Copa Libertadores. Entonces, un grupo de aficionados se acercó a los jugadores e intentó agredirlos. “Pero en el equipo había gente grande como Byron ‘Sosimo’ Tenorio, Vilson Rosero… Y los detuvimos a esos mozalbetes. La idolatría se volvió peligrosa. Así ha sido en la historia de este equipo”, asegura el exatacante.
Barcelona incrementó su idolatría con sus 14 títulos nacionales y sus dos finales de Copa Libertadores de América (1990 y 1998).
Gustavo ‘Potro’ Figueroa también vivió momentos de tensión con los seguidores de Aucas. El 7 de noviembre del 2011, él intentó calmar a los hinchas que ingresaron a la cancha del estadio de Chillogallo tras la derrota 2-1 del club ante el Gualaceo. Ese resultado alejó al plantel del ascenso a la B.