Álex Quiñónez continúa entrenándose, de acuerdo con su plan de trabajo de este año. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO
El deporte ecuatoriano afrontará, este año, una serie de restricciones como consecuencia del recorte presupuestario en las entidades deportivas del país.
Los seleccionados tendrán menos competencias nacionales e internacionales. Pocos podrán acudir a los campamentos en Europa u otros continentes.
Álex Quiñónez, quien en el 2012 fue séptimo en los 200 metros planos de los Juegos Olímpicos en Londres, deberá entrenarse en el país por no contar con recursos.
Él, por falta de resultados en el 2014, de la categoría A bajó este año a la E. Eso implica que ya no recibirá una beca de
USD 2 226 sino de USD 354.
El mejor velocista del país reconoce que, el año pasado, hubo irregularidades de su parte.
Para los Juegos Sudamericanos en Chile no llegó bien preparado; mientras que sufrió una enfermedad antes de correr en el Iberoamericano de Brasil. Esos y otros certámenes daban puntos para su beca. Este año tiene una revancha.
Su entrenadora, la cubana Yosvania Molina, está consciente de que su dirigido sufrirá por falta de recursos. “No vamos a tener dinero para nada”.
Por ahora tiene cuatro torneos fijos: Sudamericano en Chile (11 y 12 de abril), Nacional Sénior en Guaranda (finales de abril), Sudamericano en Colombia (mayo) y los Panamericanos en Canadá (julio).
La esperanza de Quiñónez y Molina es contar con el apoyo de la Federación Ecuatoriana de Atletismo (FEA). Sin embargo, es la entidad más afectada entre los deportes olímpicos y con resultados internacionales. El recorte para este año deportivo, con relación al 2014, es de USD 152 772,61 .
Manuel Bravo, presidente de la FEA, está inconforme por la falta de información concreta de cómo fue la distribución de los recursos y en función de qué se hicieron los recortes.
Según Julio Idrovo, administrador de la FEA, el viaje de un equipo completo a un país sudamericano cuesta entre
USD 45 000 y 50 000. Con el recorte, tres equipos no viajarán este año. Los más afectados, en este caso, son los atletas que salen de las formativas con el propósito de saltar al alto rendimiento.
La versión del Ministerio del Deporte
Este Diario se contactó con Paúl Calle, del Ministerio del Deporte. Antes de pronunciarse aclaró que su área responde a la parte técnica. Él conoce que hubo recortes en los rubros del Plan Operativo Anual (POA) o en los gastos corrientes de cada entidad. “El proyecto para los seleccionados del Plan de Alto Rendimiento sigue normal”.
Por falta de aprobación del POA, debido a fallas en su elaboración, algunas ecuatorianas por deporte aún no reciben asignaciones de este año. El recorte de USD 1 500 millones al Presupuesto del Estado, por la reducción del precio del crudo, “también afectó al deporte”, reconoce Calle.
¿Qué están haciendo las federaciones?
La Federación de Andinismo, presidida por Mauricio Moreano, tiene una reducción de USD 35 360. Por ello “no se hará el 50% de los torneos en nacionales en todas las categorías”. Para los viajes al exterior se dará prioridad a los deportistas con posibilidades de medallas.
En Cuenca, los seleccionados nacionales de escalada Cristian Llivicura y María Paz Mendieta se entrenan sin tener un panorama claro. Uno de los técnicos, Daniel Carrión, contó que hasta la fecha “se ha tenido que cambiar tres veces el cronograma anual de trabajo”.
Con ese malestar coincide Francisco Lalama, técnico de la Selección nacional de squash. Él no oculta su preocupación porque se redujo a cinco los torneos nacionales de este año. El 2014 de los ocho programados se hicieron siete.
Las federaciones provinciales también entraron en una crítica situación. La del Azuay, por ejemplo, no recibirá USD 624 000. De los 2 860 000 del 2014 se bajó a 2 236 000.
El administrador de la Federación del Azuay, Andrés Vicuña, no ocultó su preocupación respecto al Acuerdo ministerial número 59 suscrito por la ministra encargada, Cecilia Vaca. Allí se informó del recorte. La actual asignación “sirve para cubrir los salarios de la entidad”.
Una de las resoluciones de este año fue suspender “las salidas a competencias nacionales” porque no hay recursos. Se prevé que se volverá a la realidad anterior, en la que los padres de familia deben costear los viajes de sus hijos.