Anahí Ortiz en un entrenamiento con Arnaldo Valdés en CDP. Foto: Santiago Ponce / EL COMERCIO
Concentrada y disputando una partida en simultáneo ante cinco jóvenes se encontraba Anahí Ortiz, en la sala de entrenamientos de la Concentración Deportiva de Pichincha. Moviéndose de una mesa a otra su mirada no se despegaba de las fichas mientras su entrenador Arnaldo Valdés tomaba nota de algunos de sus movimientos.
Desde pequeña, su padre Eduardo, quien practica ajedrez como pasatiempo, le inscribió en esta disciplina para tener con quien jugar. Ella demostró tener talento y a la edad de 8 años consiguió su primer campeonato nacional.
A los 12 años, la ajedrecista quiteña fue Campeona Panamericana. Ese último título le sirvió para que la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, por sus siglas en francés) le otorgara la mención de Maestra.
En el 2014, fue vicecampeona Panamericana y al año siguiente alcanzó el título Sudamericano en la categoría sub 14. Eso durante el XII Festival Sudamericano de la Juventud, que se realizó en Santa Cruz (Bolivia) entre el 2 y 7 de diciembre, con la presencia de deportistas de: Argentina, Bolivia, Paraguay, Chile, Brasil, Perú, Colombia, Surinam, Guyana, Venezuela y Uruguay.
Aunque Anahí Ortiz consiguió dos títulos nacionales en las categorías Sub 18 y Sub 20, en marzo de este año, no pudo consagrarse campeona en su categoría. Ella comenta que se entrena cuatro horas diarias, de lunes a viernes, y cuando está de vacaciones aprovecha las mañanas para acudir a la Concentración Deportiva de Pichincha.
Junto con otros jóvenes, ella se prepara para participar de un torneo internacional en Ibarra y que comienza el próximo jueves y también para los Juegos Nacionales que se realizarán en Cuenca. Pichincha participará con equipo completo, es decir cinco varones y cuatro damas, tanto en juveniles como en prejuveniles.
Valdés considera que por su dedicación y paciencia, ella es una de las deportistas más prometedoras del ajedrez ecuatoriano. Él lleva 17 años entrenando a los ajedrecistas de Pichincha y antes de venir a Quito se desempeño como entrenador en Chimborazo y de la selección femenina de ajedrez en su natal Cuba.