Hace un par de semanas a algún iluminado del municipio o la Policía o ambos, se les ocurrió cambiar los semáforos de algunas zonas de la ciudad.
Puntualmente, me refiero al cruce de la Av. Brasil y Zamora. La columna de carros que se formaba antes en el sentido norte sur por la Av. Brasil era grande, iba desde el parque de La Concepción o desde la calle Marco Aguirre, pero finalmente corría, porque existían flechas indicadoras para el cruce de los autos y especialmente de los buses que circulaban hacia la Av. La Prensa y también para los que subían hacia la Av. Occidental en sentido contrario. Con los nuevos semáforos, el tránsito colapsó. Las colas de autos empiezan a tempranas horas de la mañana y posiblemente van más allá del Centro Comercial Aeropuerto y duran todo el día. Acabo de pasar por allí a las 21:30 y sigue el embotellamiento. Por favor, urgente, que alguien nos devuelva nuestros semáforos viejitos, que aunque no eran tan inteligentes, seguro sí eran más que los actuales y sobre todo más que quienes los cambiaron.
Roberto Campuzano V.
Incompetencia
Es casi una regla que cuando ciertas vías están colapsadas con un tráfico más allá de lo normal que la razón sea la presencia de oficiales de tránsito que, sin ninguna capacitación, observación o sentido común, se encuentran ‘dirigiendo’ (entorpeciendo) el tráfico. Una de las vías en las que continuamente existen trancones ocasionados por los uniformados es la vía al valle de Cumbayá y Tumbaco por el conocido ‘camino de Guápulo’. Esta vía es estrecha, sin embargo, quienes transitamos regularmente por ella, hemos aprendido que al llegar a las intersecciones con la Av. Simón Bolívar o en el cruce del pequeño puente, debemos dar paso alternadamente a quienes vienen en ambos sentidos por la Av. Simón Bolívar, los oficiales de tránsito no son necesarios, solo entorpecen el tránsito.