Cansados estamos los ecuatorianos de seguir los “juegos de ajedrez” cuyas fichas políticas se mueven, día tras día y nos cuestionamos ¿cómo es que entre más de 16 millones de habitantes no existan personas preparadas e idóneas para desempeñar funciones con responsabilidad, eficiencia y honestidad en los diferentes estamentos públicos? Vemos, con indignación e impotencia como en la administración pública giran, cual un carrusel, los rostros y figuras de siempre, pese a que su desempeño en anteriores funciones no fue del todo satisfactorio.
No hay duda de que en el país existe un permanente “reciclaje” de funcionarios “todólogos” que van rotando en importantes cargos de relevancia; lo que demuestran a las claras que los compromisos, cuotas de poder, componendas políticas y temores secretos están a la orden del día, impidiendo así que gente capacitada, con ideas nuevas y mentes frescas actúe en tan importantes y delicados cargos.
Señores gobernantes: Así como todos los ecuatorianos tenemos obligaciones y deberes que cumplir, también nos asiste el derecho de participar y representar al país en las diferentes dignidades y funciones, dejando de lado a este reducido grupillo de versátiles y polifacéticos “Genios” y brindando a todos los conciudadanos la posibilidad de enfrentar y asumir estos retos, siempre pensando en el bienestar y progreso de nuestra amada patria.