El proyecto de reforma al Código Penal, que pretende imponernos el Gobierno para consolidar su régimen autoritario, contiene una serie de aspectos represivos que incluso alcanzan a sacerdotes y pastores evangélicos, quienes podrían ir presos por lo que predican. También se quiere meter presos a quienes critican las acciones de funcionarios públicos, a quienes se quiere erigir en seres intocables.
Este proyecto se está extralimitando de los temas aprobados en la consulta popular de mayo, que en materia penal se circunscribía a las preguntas sobre la prisión preventiva, medidas sustitutivas, enriquecimiento ilícito privado y no afiliación al IESS. Si se suponía que la consulta incluía los temas más trascendentes para nuestra nación, por qué ahora se quieren meter por debajo de la puerta estas perversas reformas, sin haberlas consultado al pueblo?
Quieren llenar las cárceles con todos sus opositores o críticos, mientras los delincuentes siguen libres, tan campantes, sembrando terror y zozobra en la población. El programa de Los más buscados no es más que un show para cambiar percepciones, pues los que no constan en esas listas siguen siendo miles y hacen daño a diario.