En referencia al artículo de opinión publicado en su medio de comunicación el pasado 13 de diciembre, titulado “Discriminaciones de Correa”, suscrito por el columnista José Ayala Lasso, me permito realizar las siguientes aclaraciones.
Una vez más me refiero sobre un hecho que ha sido aprovechado por reconocidos opositores políticos para pretender mostrar al Presidente Rafael Correa como un hombre incoherente con los principios que promueve. Nada más alejado de la realidad y que exhibe las contradicciones de sus detractores. En este caso es José Ayala Lasso, quien acusó al Primer Mandatario a través de dicho artículo, de haber discriminado a la Vicealcaldesa Doménica Tabacchi y haber ignorado la Declaración Universal de los Derechos Humanos. ¡Vaya falacia!
Dado que la situación lo amerita, reitero que el Presidente Rafael Correa al referirse a la Vicealcaldesa Tabacchi, durante el Enlace Ciudadano número 401, el pasado 5 de diciembre, cuestionó, precisamente, el racismo que ha dado pie a la forzada auto-representatividad y supuesta superioridad, que se atribuyen ciertos políticos, simplemente, por sus rasgos físicos o por gozar de una posición económica privilegiada. El Jefe de Estado ecuatoriano no dudará en denunciar esta y otras ridiculeces que promueven las élites de nuestro país, en pleno siglo XXI.
De hecho, la Constitución de Montecristi, a la que hace referencia Ayala Lasso, fue impulsada por el proyecto político de la Revolución Ciudadana y es promovida constantemente por el Primer Mandatario. Incluso, las políticas públicas del Gobierno Nacional son las que más han fomentado la inclusión social de todos los ecuatorianos, especialmente de los sectores sociales vulnerables e históricamente excluidos.
Una vez aclarado este tema, cabe cuestionarse cómo Ayala Lasso se llena la boca hablando de Derechos Humanos y de los documentos nacionales e internacionales que los promulgan, sin siquiera meditar sobre su pasado político. El articulista, al parecer, olvida que fue canciller de la dictadura militar que gobernó el Ecuador, hace aproximadamente 30 años, y del gobierno de Jamil Mahuad – regímenes que precisamente no se caracterizaron por el respeto a los DDHH.
Aparentemente, Ayala Lasso tampoco recuerda que organizó la entrega de la Base Aérea de Manta y defendió su constitucionalidad, irrespetando la soberanía nacional y los derechos ecuatorianos. El articulista habla de “no discriminación”, pero el pasado 13 de enero en una entrevista en Radio Visión, se refirió como “desviados sexuales” a las personas que tienen una diferente orientación sexual. ¡Qué contradicción! Me pregunto, con estos antecedentes, ¿cómo puede referirse Ayala Lasso sobre el respeto a los Derechos Humanos?
NOTA:
El Secretario de Comunicación invoca al artículo 24 de la Ley Organiza de Comunicación , que alude al honor de las personas y colectivos, para pedir el derecho a la réplica con este texto que llegó este 20 de enero, y que hoy publicamos y sobre una columna del 13 de diciembre de 2014.
El art. 17 de la misma Ley y la Constitución en el art 66. garantizan el derecho a la libertad de expresión. La columna de José Ayala Lasso expresa su opinión libre en un país que busca ese ejercicio democrático.