Con el título mencionado, el columnista Antonio Rodríguez plantea en ELCOMERCIO, varias interrogantes preocupantes, respecto a los cambios de fondo que deberían darse en el naciente Gobierno, si es que en verdad podemos hablar de nuevo estilo.
Se menciona, por ejemplo, si las funciones del Estado gozarán o no en el futuro de la independencia garantizada en la Constitución; si la Asamblea recuperará o no sus atribuciones para fiscalizar y legislar por propia iniciativa; si los órganos de control cumplirán o no su misión; si los jueces dejarán o no de cumplir “directrices”; si se racionalizará o no el manejo inconsulto de endeudamiento; si se combatirá o no la corrupción, entre otros temas trascendentes.
Mi percepción, es que ninguno de estos cambios se darán, simplemente porque la mayoría de la Asamblea Nacional; las autoridades que quedan ya nombradas en las diferentes Dependencias del Estado; y, hasta los miembros del Gabinete, pese a que sean designados por el Presidente Moreno, no lo van a permitir, porque, supuestamente, su implementación destruiría las tesis en que se asienta Alianza País.
Así es que lo mejor es no hacernos ilusiones en esta materia.