Debo reconocer que no voté por el binomio Moreno-Glas. Ciertos cambios realizados por el Presidente los he apoyado; principalmente el hecho de que en este país ya existe un ambiente de tranquilidad y se ha erradicado el miedo que durante diez años en la mayoría de ecuatorianos estuvo presente por la influencia directa y/o indirecta del Mandatario.
Sin embargo, vemos que el ambiente interno del gobierno que parecía iba a dar un cambio hacia la democracia en sus términos objetivos, a mi parecer no existe, y quizás me equivoque en que la ruptura con el señor Glas fue algo mediático y no por cosas o actitudes más serias como parecía.
Los principales asesores del Presidente como los señores Patiño, Mera y Serrano entre otros seguirán con su mismo poder de influencia en el gobernante, supongo. Todo esto muchos ecuatorianos comenzamos a comentar y a percibir.
Al parecer y sigo queriendo equivocarme, todo está planificado para “engañarnos” y que el anterior gobernante vuelva nuevamente al poder luego de pocos años.
La actitud actual de la Cancillería ecuatoriana de respaldar internacionalmente al régimen del dictador venezolano Maduro es un golpe sumamente duro y que la historia juzgará a éste gobierno.
Es apoyar la deslegitimización de poderes como el Legislativo, Judicial, y violar a los derechos humanos, es indirectamente apoyar, por reclamar que estos existan más de 100 muertos y presos políticos. Entonces respiramos paz en el Ecuador pero el ambiente sigue contaminado.