Cada cierto tiempo vuelven los “enloquecidos por el dinero”, frase que acuñó el expresidente Carlos Julio Arosemena en 1961 contra ciertos funcionarios del gobierno del expresidente Velasco Ibarra. Hace 13 años volvieron con fuerza avasalladora con audacia, saltándose como bárbaros todas las leyes prodelincuenciales, aupadas por el expresidente fugitivo Correa.
Con Moreno ha seguido la antigua práctica de dar cargos con el objetivo de lograr colaboración política, pues controlaron hospitales para vender insumos médicos con sobreprecios, entre otras malas acciones. Un sombrío pesimismo nos embarga porque no ha habido en estos últimos tres años crecimiento económico, que permita crear empleos para acabar con la pobreza; el crecimiento económico trae consigo promover la salud, educación, vivienda…
El pueblo protestó otra vez, pero no queremos otro vandalismo como el de octubre, que dejó pérdidas por USD 824 millones; pedimos consensos.