Se conoce que desde el 2014 en la Asamblea se tramita una Ley para ayudar a los emprendedores, lo cual resulta incomprensible puesto que, se ha vendido la idea de que esa ley salvaría al Ecuador de los altos niveles de desempleo. Con un emprendimiento la gente piensa que logrará arribar a un progreso económico que le permita en lo posterior crear una empresa de gran producción y que resulte un éxito su gestión, lo cual, de acuerdo a las estadísticas, el 94% de los emprendimientos terminan en fracaso, con la indicación ridícula que mientras más fracase, más cerca está del éxito.
Considero que este aspecto debe merecer un análisis más apegado a la realidad del desarrollo de los mercados en la globalidad en que vivimos, lo que me lleva a mencionar que una de las soluciones para el desempleo en el Ecuador, está en la necesidad de revelar a la población las verdaderas posibilidades de exportación hacia otros países, para lo cual, el Estado debe transparentar esa información y organizar a los emprendedores para incorporarlos en empresas que estén orientadas a cubrir las demandas insatisfechas del mercado externo.
La responsabilidad de la organización y de la ejecución debe estar en el Ministerio de la Producción, en coordinación con el Ministerio de Relaciones Exteriores desarrollando las empresas de emprendedores con un objetivo claro y sustentado en el apoyo técnico y financiero que se requiere para que su ejecución.
Me parece que es una idea posible de implementar, pero parece que existen fuerzas ocultas, que no permiten transparentar las actividades de la exportación a todo nivel, proyección que, al estar debidamente orientado por el Estado, se encontrará un camino más para salvar la economía del país con el ingreso de divisas y la generación de empleo.