Emitir leyes con responsabilidad

Promulgar  leyes para luego ver qué pasa, sin tomar en cuenta juicios técnicos y desoyendo a los involucrados, es tan peligroso e irresponsable como hacer un tratamiento sin diagnóstico. Lo lógico era primero juntarse con todos los sectores, discutir, tomar en cuenta la opinión de todos, consensuar y solo entonces proponer cambios.
"La falta de comprensión de los principios científicos en la biología y la estadística, junto con la falta de pensamiento crítico -o una crítica desde el desconocimiento- sobre problemas de salud pública han conducido al rechazo de la ciencia médica por parte de un segmento del público, y a una tendencia frecuente a asumir que todos los efectos farmacológicos adversos son resultado de la negligencia médica" (Ratzung. Farmacología 2009). Las consecuencias de la "nueva Ley absurda" serán tan perniciosos, que en mediano plazo deberán dar marcha atrás, ojalá los creadores de esta barbaridad reconozcan su error y asuman las consecuencias