Yo sigo tanto las noticias como los comentarios que están siendo publicados en El Comercio sobre el intento de golpe de Estado en Turquía, y puedo darme cuenta de que el público ecuatoriano está muy interesado en los acontecimientos y lo aprecio. Sobre este tema, me gustaría compartir con usted algunos puntos que considero importantes.
Los acontecimientos que se desarrollaron en Turquía fueron un intento de golpe de Estado por parte de un grupo de militares conspiradores, vinculado a la organización terrorista Fethullah Gülen (FETÖ), para derrocar al gobierno democráticamente electo y el orden constitucional en Turquía. Siguiendo la decisión democrática de nuestro estado y la gente, el intento de golpe fracasó y la democracia ha prevalecido. El gobierno está completamente a cargo.
FETÖ, la organización que ideó este intento de golpe de Estado, tiene redes clandestinas no sólo en el ejército, sino también en varios órganos del Estado. Las personas sospechosas de ser parte de organización terrorista serán debidamente investigadas y procesadas si es necesario. Conjuntamente con los procedimientos ya iniciados en relación a FETÖ, se están tomando las medidas necesarias contra todos los implicados en el intento de golpe, para que todos los responsables sean llevados rápidamente ante la justicia. La validez de los cargos, si corresponden, y las eventuales condenas que enfrentarían, serán determinadas por los tribunales turcos. No debe haber ninguna duda de que el proceso se llevará a cabo, como de costumbre, en el pleno respeto a los derechos y las libertades fundamentales y bajo el Estado de Derecho, según lo prescrito por ley. Todos los recursos judiciales están disponibles.
Turquía es uno de los miembros fundadores del Consejo de Europa, que establece los más altos estándares universales en materia de derechos humanos, el Estado de Derecho y la democracia. El sistema judicial turco funciona en plena observancia de las obligaciones de derechos humanos.