La foto de un niño cubierto de petróleo ha estado dando vuelta por las redes, a nivel mundial. Esta foto se dio luego de que el niño se unió a más de un centenar de voluntarios que intentaban retirar residuos de crudo en la playa de Itapuama, Brasil.
El fondo de la imagen, que se ha vuelto tendencia, nos lleva a pensar todos los problemas que acarrea un derrame de crudo. Nos provoca tristeza y dolor. Nos coloca en los zapatos de las personas que viven esta situación; su frustración e impotencia al ver sus territorios manchados de negro. ¿En qué magnitud puede esto afectar a un niño, tanto como para que sienta el impulso de ayudar con la limpieza de la playa? Si bien el derrame acarrea problemas de salud, también puede provocar problemas psicológicos, traumas y secuelas que perjudican a todos los habitantes del pueblo afectado.
Sin embargo, para evitar o solucionar este problema no se hace nada. Todos se preocupan por el medio ambiente, pero nadie realmente se pone a pensar en los problemas que se dan en las personas vulneradas.
Doménica Ochoa Celi