Cartas a Quito/ 15 de agosto del 2023
Cómplices de una muerte anunciada
40 homicidios por cada 100.000 habitantes, es la estimación para culminar el 2023, un dato histórico y una tragedia que inicio en 2007 cuando de manera inverosímil en Ecuador se formaba una alianza a través del estado y se reconocía a un grupo delincuencial como una organización urbana, pasando de ser criminales a ser actores políticos, con acceso a crédito, financiación de programas e incluso con representación de una de sus miembros en la Asamblea Nacional.
A la par se concebía una nueva constitución, aquella aprobada en 2008 la cual tiene mucha palabrería y garantías, una constitución moderna e incluyente que se encuentra llena de leyes, consagra derechos humanos, individuales, sociales y hasta de la naturaleza, exalta la protección a las mujeres, niñas, adolescentes y a todos los ciudadanos en general, pero lamentablemente ninguno de los numerosos artículos que la componen ha podido salvarnos de la muerte. La protección de la identidad de los delincuentes, medidas sustitutivas, dilatación de las sentencias y un sinfín de leyes garantistas pro delictivas.
De igual manera en esos años Ecuador perdía el poder Legislativo, se redujeron el número de jueces y mediante mañas acompañadas de la creación de organismos como el Consejo de Participación Ciudadana y posteriormente el Consejo de la Judicatura de Transición, la justicia paso a ser poder del Ejecutivo acabando de una vez por todas con las garantías que ofrecía un magistrado independiente y se completo el caldo de cultivo para que todo se salga de las manos, y el país pase a ser gobernado por los grupos delincuenciales.
Esto en conjunto con una de las políticas más llamativas de la nueva constitución que se refería a la ciudadanía universal y libre tránsito de seres humanos, que, buscando la unión de las naciones, desencadenando el principio de uno de tantos problemas que ahogan al país, esta ley elimino las visas y durante dos años lamentablemente promovió la llegada de gente de mala calaña, abriendo el escenario para sembrar nuevas sedes para organizaciones criminales y crear un lugar apto para actividades delictivas, mafias y carteles.
Ahora bien, tampoco las malas decisiones del pasado son las únicas causantes de lo que actualmente está pasando, los nuevos gobernantes han sido incompetentes y blandos, se vuelve irrisoria que la inoperancia y los sesgos morales se justifiquen echando la culpa a otros, ya que si quieres gobernar es porque sabes cómo. No se han hecho reformas ni se han establecido castigos apropiados y si en algún momento se ha planteado un cambio, el presidente o la asamblea nacional por mala fe o por ignorancia rechazan nuevas medidas punitivas teniendo como consigna promulgar los derechos humanos. Esto me pone a pensar que el trasfondo de la situación en el país, tiene como esencia que la política en lugar de ser un puesto honorable, se ha convertido en una forma sucia de vida, un simple negocio.
Durante años el país ha sufrido una destrucción sistemática, sobre todo en lo que respecta a lo social y cultural. La falta de desarrollo económico por ausencia de una adecuada matriz productiva, un gigantesco estado que consume recursos en mantener burócratas, la degeneración de la educación y la pérdida de valores en todos los estratos sociales crean una reacción en cadena que cada vez se hace más difícil de manejar.
La justicia del país en este momento no tiene el poder ni la validez que se requiere para mantener un orden, no tenemos instituciones de seguridad que representen valores y por lo tanto sus integrantes se ven obligados a formar parte de sus filas por necesidad económica más que por convicción, limitando que se cumplan sus verdaderos objetivos y facilita que se puedan corromper ante cualquier beneficio propio.
Ya no importan los partidos ni los ideales políticos, solo existe el populismo, de derecha, izquierda o centro da igual, porque los funcionarios de siempre solo han cambiado de cargo y ocupan otro escritorio más. Nos hemos acostumbrado a votar por el menos malo, nadie presenta un plan de gobierno concreto y factible lo cual hace que la historia se repita de nuevo
A la final todos compartimos un poco de culpa, cada político y cada ciudadano son cómplices de lo que esta pasando. Ellos al no ejercer el poder a favor del país y nosotros por darles el poder a las personas equivocadas.
Alvaro Gabriel Yanez Estevez
Fernando Villavicencio Valencia
Hoy la Patria está angustiada. Uno de sus intrépidos hijos ha sido vilmente asesinado por las oscuras fuerzas de la narco política!!!, instaurada explosivamente desde hace veinte años, bajo la dirección de psicópatas políticos que pactaron con las FARC y más grupos de narcotraficantes y el crimen organizado, cooptando todas las instituciones del Estado!!!, junto a descalificados que sólo lucraron de la bonanza petrolera vendiendo valores éticos y cívicos por puñados de dólares!!!, y cargos de Ministros, Embajadores, etc. Larga la lista de algunos políticos, militares, profesionales, dirigentes sindicales, curas, empresarios y élites de la izquierda, la derecha !!!. que se prosternaron ante el dueño temporal del becerro de oro!!!.
Siete libros documentados sobre los atracos a los fondos de todos los ecuatorianos, son su legado!!!. En ellos los ciudadanos y sobre todo la juventud podrán conocer porqué en el país existe el ochenta por ciento de pobreza y desamparo en el orden político, social y económico!!!.
Luchador infatigable desde el periodismo de investigación; Asambleísta incorruptible de recia personalidad; Jamás tuvo miedo de enfrentarse con la maledicencia y los corruptos a los que combatió frontalmente!!!.
Le asesinaron porque estuvo con grandes posibilidades de ser el próximo Presidente de la República, que no tenía compromisos con grupos de poder!!!.
A las ideas no se las asesina, éstas vivirán por siempre en la mente de la gente libertaria de la mayoría de ecuatorianos.
César Aurelio Molina Pérez