Luego de los debates internos que están desarrollando, los Presidentes de los países de América latina, están encontrando muchas divergencias en cuanto a tomar una decisión de aumentar los salarios mínimos a los trabajadores, clasificados actualmente como informales y formales. Obviamente que los informales ocupan el 65% en casi toda América latina. Estos salarios están causando una crisis moral y desmotivación a los trabajadores que buscan primero satisfacer sus necesidades básicas, segundo tratan de educarse en lo posible, comprar medicinas, vestimenta y compartir con el núcleo familiar, lo que casi es imposible hacerlo. Los criterios de la mayoría de los gobernantes es la de aumentar estos salarios o remuneraciones mínimas, cuando eso no es lo correcto. Recuerden estimados lectores, que esos aumentos traen como consecuencia nefastos resultados, Tales como el incremento de los precios de los productos especialmente los de primera necesidad y los demás gastos que deben hacerlo por las urgentes necesidades que deben suplirlas en unión de sus familiares. Que trae consigo un aumento salarial que irresponsablemente los gobernantes aplican de manera demagógica, especialmente en campaña, que es un craso error, pues los incrementos de salarios en América Latina son simples referencias, donde sus trabajadores mantienen incongruencias de satisfacción de sus necesidades básicas. Los países y sus fuerzas laborales directas perciben salarios en dólares qué les representa problemas internos para la adquisición de bienes y servicios.