Historias sin fronteras

Médicos Sin Fronteras (MSF) es una organización médico-humanitaria de carácter internacional e independiente que brinda asistencia de emergencia a poblaciones víctimas de catástrofes de origen natural o humano, de conflictos armados, de epidemias y de otras situaciones de exclusión de la salud, sin ninguna discriminación por raza, religión o ideología política. @MSF_Argentina - Sitio Web: www.msf.org.ar - Foto: Jesus Abad Colorado.

Los acontecimientos que marcaron la década 2010 a 2020

Después del terremoto, MSF proporcionó servicios médicos, logísticos y distribuyó materiales de primera necesidad. Copyright: Benoit Finck

Después del terremoto, MSF proporcionó servicios médicos, logísticos y distribuyó materiales de primera necesidad. Copyright: Benoit Finck

Desde el terremoto de Haití en 2010, pasando por el brote de Ébola más grande de la historia en 2014 hasta el éxodo masivo de la población rohingya de Myanmar a Bangladesh en 2017, Médicos Sin Fronteras (MSF) repasa a través de fotografías algunas de las grandes emergencias que marcaron la década 2010-2020.

2010: terremoto en Haití

El 12 de enero de 2010, un terremoto de magnitud 7.0 devastó Haití. MSF, que había estado presente en el país durante 19 años antes del terremoto, perdió a 12 empleados ese día, y dos de las tres instalaciones médicas apoyadas por la organización sufrieron daños graves. En respuesta a las necesidades urgentes y casi ilimitadas de la población, MSF movilizó uno de los mayores dispositivos de emergencia de su historia, atendiendo a más de 350 000 personas afectadas por el terremoto en solo 10 meses.

Después del terremoto, MSF proporcionó servicios médicos, logísticos y distribuyó materiales de primera necesidad. Foto: Benoit Finck

2011: guerra en Libia y crisis en el cuerno de África

Guerra en Libia

Distribución de alimentos en Ras Ajdir, Túnez. Foto: Naoufel Dridi

Tras los violentos enfrentamientos en Libia el 17 de febrero de 2011, MSF ofreció atención médica y psicológica a las víctimas del conflicto en varias ciudades libias y a los refugiados llegados a Túnez.

Crisis en el Cuerno de África

Sara Abdel Rahman y su familia son refugiados recién llegados de Somalia que viven en un refugio improvisado cerca del campamento de Dagahaley, en Dadaab, Kenia. Foto: Natasha Lewer

MSF amplía sus actividades en Kenia y Etiopía para dar asistencia a las decenas de miles de refugiados somalíes que huyen del hambre, la violencia y la falta de atención médica.

2012: guerra en Siria

MSF consigue poner en marcha actividades médicas dentro de Siria, al tiempo que asiste a los refugiados en los países vecinos.

Una enfermera trata a un paciente en un hospital móvil de Médicos Sin Fronteras en el norte de Siria. Foto: MSF

Las personas en Siria llevan sufriendo años de guerra y conflictos, obligando a muchas de ellas a huir de sus hogares a medida que el frente de combate avanza hacia su ubicación. Aún hoy, los ataques y enfrentamientos continúan, por lo que la ayuda humanitaria se vuelve vital.

2013: Tifón en Filipinas

Unas 16 millones de personas pierden sus hogares y más de 6 200 mueren como consecuencia de este desastre natural. MSF establece 8 centros de salud, realiza 133 clínicas móviles, aplica casi 27 000 vacunas y distribuye más de 71 000 kits con insumos de primera necesidad.

Escombros en la zona del paseo marítimo de Tacloban, un mes después del tifón Haiyan en Filipinas. Foto: P.K. Lee/MSF


2014: conflicto en Sudán del Sur y la epidemia de Ébola más grande de la historia

Sudán del Sur

Los desplazados internos de Sudán del Sur obtienen agua de un punto de distribución en uno de los campamentos para personas desplazadas, en los terrenos de la base de la Misión de las Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) en Juba. Foto: Phil Moore

Miles de personas se vieron afectadas por los intensos combates que azotan a gran parte del país. El conflicto ha desplazado a una población diezmada por las enfermedades y el hambre. Buscan protección en recintos de la ONU, se esconden en el Nilo, vagan de una aldea a otra.

MSF atiende a las víctimas del conflicto por todo el país, con especial atención a los desplazados, que viven en condiciones de precariedad extrema.

Comienza el brote de Ébola en Guinea Conakry

El personal médico e higienista se viste con el traje de protección para ingresar a la zona de alto riesgo del Centro de Tránsito de Ébola en Bunia. Foto: Pablo Garrigos/MSF


El brote de Ébola más grande de la historia es declarado en marzo de 2014 y, al finalizar dos años después, deja un saldo de más de 11 000 fallecidos.

MSF trabaja al límite de sus capacidades en todos los países afectados de la región: Guinea Conakry, Liberia y Sierra Leona. La organización llega a emplear a 5 300 trabajadores para hacer frente a la enfermedad. Asimismo, realiza un fuerte llamamiento a la comunidad internacional para movilizar una respuesta coordinada que sea práctica, rigurosa y disciplinada, con el objetivo de controlar la epidemia.


2015: crisis migratoria en el Mar Mediterráneo, bombardeo de hospital de MSF en Afganistán y guerra en Yemen

Operaciones de búsqueda y rescate en el Mar Mediterráneo

El argentino Juan Matías Gil, coordinador general del barco Dignity I, ayuda a subir a bordo a Richard, de Nigeria, recién rescatado junto a sus padres de un bote a punto de hundirse en el mar Mediterráneo. Septiembre de 2015. Foto: Marta Soszynska/MSF

En 2015 la operación de búsqueda y rescate de Italia, Mare Nostrum, fue reemplazada por un programa de la agencia Frontex centrado en el control fronterizo y no en salvar vidas. Guiada por el imperativo humanitario de prevenir la muerte de miles de personas que intentan el peligroso cruce hacia Europa por vía marítima para huir del conflicto, la persecución y la pobreza en sus países de origen, MSF se vio obligada a poner en marcha, por primera vez en su historia, un operativo de búsqueda y rescate en el Mediterráneo. Desde entonces, la organización ya ha rescatado a más de 80 000 personas por medio de sus barcos.

Bombardeo al hospital de Kunduz

Personal de Médicos Sin Fronteras en el hospital bombardeado el 3 de octubre de 2015 en Kunduz, Afganistán. Foto: MSF

El 3 de octubre de 2015 el hospital de MSF en Kunduz, Afganistán, es arrasado por un bombardeo estadounidense cuando está lleno de pacientes y personal médico. En el ataque murieron 22 personas, incluídas 12 miembros del equipo de Médicos Sin Fronteras y 10 pacientes que se encontraban en la unidad de cuidados intensivos, tres niños entre ellos. Otras 37 personas resultaron heridas, de las cuales 19 formaban parte de nuestros equipos. MSF lanza una campaña para reclamar una investigación independiente

Desafortunadamente, este ataque a una instalación médica no fue el único: desde 2015, cerca de un centenar de las instalaciones médicas de MSF o que recibían apoyo por parte de la organización han sido bombardeadas. La ex-presidenta internacional de MSF, la Dra. Joanne Liu, pronunció un discurso en 2016 ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, pidiendo respeto por la misión médica y el fin de los bombardeos contra hospitales, personal sanitario y pacientes.

Comienza el conflicto en Yemen

Najeeba es un niño de un año que sufre de desnutrición aguda. “Ella está mejorando", decía el Dr. Emmanuel Berbain. Foto: Malak Shaher/MSF

Hoy en día, tras cuatro años de guerra, el sistema de salud yemení está en ruinas. Parte del personal sanitario se ha marchado, debido al impago de salarios desde agosto de 2016, y hay muy pocos hospitales que aún funcionan. A los yemeníes les resulta muy difícil comprar productos de primera necesidad, como comida, medicamentos y combustible, debido a la crisis económica. Además, el cierre del aeropuerto de Saná impide a la gente buscar tratamiento en otros países. En respuesta al enorme vacío en los servicios médicos, que afectan especialmente a las mujeres y los niños, los equipos de MSF proporcionaron atención médica materna y pediátrica en distintas gobernaciones del país.

2016: violencia en Nigeria, terremoto en Ecuador y huracán en Haití

Crisis humanitaria en el noreste de Nigeria

Foureza Noura, de 31 años, viajó 130 kilómetros en el automóvil de un comerciante para llevar a su hijo Bassirou de 9 meses al centro de salud de Médicos Sin Fronteras. “En Nigeria, tienes que pagar por la atención médica y la calidad es mala. Las mujeres de mi pueblo me animaron a venir aquí.” Foto: Krishan Cheyenne/MSF

En 2016, el conflicto entre el ejército nigeriano y grupos armados provocó una catastrófica emergencia humanitaria en varias áreas del estado de Borno, en el noreste del país, donde se registraron elevadas tasas de mortalidad por desnutrición severa y enfermedades prevenibles. Los civiles sufren las consecuencias del conflicto, que provocó el desplazamiento forzado de 1,7 millones de personas. Pueblos enteros fueron arrasados y las infraestructuras, incluidas las clínicas médicas, destruidas. Miles de niños murieron por la combinación letal de malaria, desnutrición y sarampión.

Los equipos de MSF realizan una intervención de emergencia en distintos puntos de la región y trabajan para expandir sus actividades a pesar de las limitaciones de seguridad existentes. Para finales de ese año, 20 760 niños habían sido admitidos en los centros de alimentación terapéutica de MSF, 130 000 niños fueron vacunados contra el sarampión, y se distribuyeron más de 1 099 toneladas de alimentos.

Terremoto en Ecuador

Una vez que MSF supo la magnitud del terremoto, la organización movilizó cuatro equipos que ya estaban en la región. También proporcionó donaciones de medicamentos y suministros médicos a diversas estructuras de salud en las zonas afectadas. Foto: Albert Masias/MSF

Dos terremotos sacudieron Ecuador el 16 de abril y el 18 de mayo de 2016; murieron unas 670 personas y 17 640 resultaron heridas. Más de 33 360 personas tuvieron que trasladarse a refugios después de que sus casas resultaran dañadas o destruidas.

Inmediatamente después del primer terremoto, cuatro equipos de Médicos Sin Fronteras que ya trabajaban en países vecinos se desplazaron a Ecuador. La intervención, que duró un mes, se centró en las provincias de Manabí y Esmeraldas, dos de las zonas más afectadas y que posteriormente fueron declaradas zonas de desastre. Tras una evaluación inicial, los equipos de MSF concentraron sus esfuerzos en la salud mental y la distribución de artículos de primera necesidad: organizaron actividades psicosociales (que beneficiaron a 3 675 personas) y distribuyeron 180 kits de higiene, 200 de cocina y más de 60 de cobijo y abrigo (colchones, mantas y lonas de plástico). Asimismo, se desplazaron 10 tanques de agua, con una capacidad de 5 000 litros cada uno. MSF también prestó atención primaria, con un total de 120 consultas.

En Jama, en la costa de Manabí, se distribuyeron kits de cobijo y abrigo, cocina e higiene a 500 familias. En total, más de 2 000 personas se beneficiaron de la asistencia de MSF en esta zona.

Huracán Mathew en Haití

Una niña mira desde la puerta de la casa de su familia, en Roche-a-Bateau, al suroeste de Haití, tras el paso del huracán Matthew. Foto: Andrew McConnell/Panos Pictures


Las necesidades de salud son inmensas en Haití. A finales de 2016, el sistema sanitario se debilitó aún más tras el paso del huracán Matthew.

La respuesta de MSF al huracán Matthew se centró en el sur de Haití, la región más afectada: se dio apoyo al hospital Port-à-Piment y se organizaron clínicas móviles, con un total de 17 537 pacientes atendidos (de los cuales 478 padecían cólera). MSF también reparó 26 fuentes y distribuyó más de 10 millones de litros de agua potable. En las zonas montañosas de difícil acceso, suministró materiales de construcción a 9 500 familias y vacunó a 14 000 personas.

2017: éxodo rohingya y conflicto en Siria

Masivo éxodo de la población rohingya desde Myanmar hacia Bangladesh

A partir de agosto de 2017 y durante el primer trimestre de 2018, la llegada de rohingyas desde el vecino Myanmar fue masiva, a consecuencia de la ofensiva lanzada contra esta comunidad por el Ejército del país vecino. Foto: Anthony Kwan


La campaña de violencia organizada por el Ejército de Myanmar contra la población rohingya en el estado de Rakhine a partir del 25 de agosto de 2017 hizo que cientos de miles de personas huyeran al vecino Bangladesh. Para finales de año, unos 660 000 refugiados habían llegado al distrito de Cox’s Bazar. La mayoría viven en refugios precarios muy congestionados, propensos a corrimientos de tierra e inundaciones, con nefastas condiciones de higiene y salubridad y escasa agua potable.

En respuesta al pronunciado agravamiento de las necesidades, MSF amplió masivamente sus operaciones en Cox's Bazar. A fines de 2017, MSF dirigía 19 puestos de salud, tres centros de atención primaria y cuatro hospitales.

A finales de 2017 MSF publicó un estudio conducido en los asentamientos de Bangladesh, revelando que, de 9 000 Rohingya fallecidos en Myanmar entre el 25 de agosto y 24 de septiembre de ese año, al menos 6 700 de ellos (en estimaciones conservadoras) murieron a causa de la violencia. Al menos 730 de los fallecidos eran niños menores de cinco años. Las causas de las muertes fueron por disparos, por ser quemados vivos dentro de sus propias casas, por golpes, por violencia sexual y por minas terrestres. Se trata del único estudio independiente que provee evidencia epidemiológica alrededor de ese período hasta el momento, y sugiere que asesinatos masivos tuvieron lugar en Myanmar.

Batalla de Raqqa en Siria

Amneh de Al Mishlab, al este de la ciudad de Raqqa. Huyó de Al Mishlab con su familia ocho meses antes, y ya lo habían hecho cinco veces antes de regresar ya que el frente de combate se acercaba cada vez más a su ubicación. Foto: Diala Ghassan/MSF


En junio de 2017, las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), con apoyo internacional liderado por Estados Unidos, lanzaron una ofensiva para tomar el control de la ciudad de Raqa. A medida que las líneas del frente se acercaban a la ciudad, los civiles quedaron atrapados y la alta peligrosidad hizo que fuera extremadamente difícil llegar a quienes necesitaban ayuda. MSF estableció una unidad de estabilización médica cerca del frente para mejorar las posibilidades de supervivencia de las personas heridas durante los combates o mientras huían de la ciudad.

En noviembre, tras acabar la lucha activa en Raqa, MSF fue una de las escasas organizaciones que proporcionaron asistencia médica en el interior de la ciudad, mediante una unidad de atención primaria y un puesto de estabilización. Cuando la gente comenzó a regresar a casa, muchos resultaron heridos o murieron por culpa de las trampas explosivas, artefactos de fabricación artesanal, minas y municiones sin explotar que habían quedado sembrados por toda la ciudad. MSF trató a 233 personas por este tipo de lesiones en las últimas seis semanas de 2017.

2018: brote de Ébola en República Democrática del Congo

Cuando concluía 2018, República Democrática del Congo estaba en medio del brote de Ébola más grave de la historia del país. La epidemia ha resultado ser extremadamente difícil de controlar, a pesar de la masiva movilización de recursos.

Trabajadores sanitarios en Kalunguta, provincia de Kivu Norte, República Democrática del Congo, noviembre de 2018. Foto: Alexis Huguet


El brote aún no está controlado y la lucha continúa a pesar de los numerosos desafíos. Debido a la aparición de casos nuevos en grupos dispersos, el epicentro se ha trasladado varias veces de lugar. La gran movilidad de las personas en la región y el hecho de que algunos casos nuevos no estén vinculados con ninguna cadena de transmisión previamente conocida hacen que sea aún más difícil rastrear los contactos y controlar la evolución del brote. Además, es una zona de conflicto: la falta de seguridad impide el acceso completo a determinadas áreas y los episodios de violencia han interrumpido las actividades, lo que potencialmente ha causado que la lucha contra el Ébola pierda mucho terreno.

MSF contribuye a la respuesta al Ébola a través de la gestión de cuatro centros de tratamiento del Ébola, actividades de prevención y control de infección y apoyo a las actividades de vacunación.

Hasta mediados de diciembre de 2019, se habían registrado 3 233 casos confirmados de Ébola, y 2 217 personas fallecidas a causa de la enfermedad.

2019: migración en México

Los migrantes también usan los refugios para recopilar información sobre las rutas para continuar su camino por México. Foto: Juan Carlos Tomasi


Triángulo Norte de Centroamérica

Salvadoreños, hondureños y guatemaltecos suponen el grueso de pacientes que MSF atiende en los albergues en la ruta por México que muchos migrantes deben atravesar para alcanzar Estados Unidos. El acuerdo de Estados Unidos y El Salvador, y los previos con Guatemala y Honduras, presuponen que estos países pueden proporcionar refugio y protección a los solicitantes de asilo. Pero no es así.

Restricciones Estados Unidos

Debido a las políticas instauradas por el gobierno de Estados Unidos, e implementada por el gobierno de México, conocida como “Política de Medición” (Metering Policy) -que limita el número de solicitudes de asilo en un puerto de entrada entre la frontera de Estados Unidos y México por día- la ciudad mexicana de Tamaulipas se ha convertido en el punto obligado de espera para las personas que buscan solicitar asilo.

Esta dinámica impacta directamente en la vida de estas personas: las obliga a permanecer en un lugar tan inseguro donde cada día, al menos, sucede un enfrentamiento entre grupos del crimen organizado.