El balcón de Ecuador

La columna expone temas urbanos de las ciudades, las experiencias positivas de las ciudades y sus habitantes, prevención de desastres, la conectividad vial del país y el turismo. Otros artículos del autor: http://bit.ly/bttyJumbo

Betty Jumbo

Betty Jumbo

Licenciada en Comunicación Social de la Universidad Central, diplomado por la Universidad Andina Simón Bolívar y maestría por la Universidad de Miami (Estados Unidos). Es periodista desde 1995. Actualmente, es Editora de la Sección Ecuador en El Comercio.

La miopía y el abandono de Esmeraldas

Por el discurso de las autoridades del cantón San Lorenzo y la provincia de Esmeraldas parecería que recién se enteraban de que en el norte de ese territorio se practica la minería ilegal.

Unas horas después de la muerte de cinco personas, aplastadas por un deslizamiento en una mina de la comunidad de Los Ajos, recién se dieron cuenta de que los habitantes de esta región viven sin servicios básicos, sin oportunidades laborales, con ríos contaminados por la explotación minera... en fin, abandonados totalmente a su suerte.

La noche del 18 de noviembre, día de la tragedia, la Gobernadora decía que se reunieron para buscar soluciones, que se convocaba a un gabinete sectorial, que hay que buscar responsables, porque hay que parar con firmeza y mano dura a la minería ilegal. El Alcalde de San Lorenzo declaraba que el COE había decidido pedir un informe real sobre los permisos de explotación minera, hacer inspecciones para conocer el impacto ambiental, buscar estrategias para garantizar un empleo y otros exhortos.

A día seguido, un boletín de la Agencia de Regulación y Control de Energía y Recursos Naturales No Renovables informaba que seguirá trabajando en el control y combate de la actividad ilícita y que había desmantelado la mina de Los Ajos. El Ministerio del Ambiente también confirmaba que la zona estaba contaminada y deforestada.

Esas reacciones confirman la miopía, abandono y negligencia de autoridades municipales y estatales -no solo de las de ahora- sobre Esmeraldas. La Iglesia, organizaciones civiles y los controles de la Policía y las Fuerzas Armadas siempre han alertado de esa actividad.

Por eso, es injustificable que luego de nueve años, cuando judicialmente se prohibió la minería (legal e ilegal), no se haya hecho nada para mejorar las condiciones de vida y evitar muertes y el daño ambiental de los bosques. No hay inversión estatal ni un proyecto de desarrollo, pese a que en Esmeraldas opera una refinería, y los puertos petrolero y comercial, cuyos réditos no se quedan en la provincia.