‘Simón el gran varón’ es una mirada teatral a la transición de género

El actor Jean Carlos Añazco interpreta a Christian en la obra 'Simón el gran varón' dirigida por Víctor Acebedo. Foto: Cortesía Ubriaco Investigación Teatral

El actor Jean Carlos Añazco interpreta a Christian en la obra 'Simón el gran varón' dirigida por Víctor Acebedo. Foto: Cortesía Ubriaco Investigación Teatral

El actor Jean Carlos Añazco interpreta a Christian en la obra 'Simón el gran varón' dirigida por Víctor Acebedo. Foto: Cortesía Ubriaco Investigación Teatral

Simón el gran varón’ es un proyecto de arte escénico que muestra un viaje muy particular: el de un joven que vive la transición de género en un lugar y una época llena de prejuicios. La obra se estrena en formato virtual el sábado 30 de enero de 2021, como una tragicomedia en clave de salsa.

A través de la pantalla, el público podrá asomarse a la habitación de Christian, en un barrio marginal en el Guayaquil de los años 80. En la intimidad de ese espacio, el protagonista decide filmarse y relatar sus miedos, sus decisiones personales y lo difícil que es sobrevivir a los prejuicios teniendo VIH y transitar el cambio de su género.

Jean Carlos Añazco es el actor que da vida a Christian, un personaje que surge de la pieza teatral ‘Río Abajo’, estrenada en 2016 y dirigida por Víctor Acebedo, del colectivo Ubriaco Investigación Teatral. Esta obra, a su vez, está basada en el texto homónimo del dramaturgo chileno Ramón Griffero, publicado en 1995.

Como el personaje de Añazco, la obra original también ha transitado por distintos escenarios, personajes, contextos y épocas. Ahora la obra se adapta como un unipersonal que cambia del teatro tradicional al video-teatro.

El actor explica que la presentación incluye música, animación y un trabajo de producción y posproducción audiovisual que aportan con dinamismo y la apariencia de época adecuada. El ensayo es la clave, dice el actor, que se preparó por varios meses para filmar la obra completa en un solo día de rodaje. Esa metodología le permitió trabajar con la continuidad de los diálogos y acciones y sostener las emociones respectivas.

En la intimidad de su cuarto Christian, que en realidad fue bautizado como Simón, encienda su cámara para cantar, soñar y hablar de las relaciones con sus amigos y familia, su primer amor, el contagio con VIH, sus miedos y anhelos.

Además de estos personajes con los que el protagonista habla por teléfono o los llama en sus recuerdos, también aparece el río como un interlocutor simbólico sobre el que fluyen las emociones y los diálogos y que al mismo tiempo es una frontera entre dos clases sociales.

Estos diálogos y recuerdos se van acoplando a la letra de un repertorio musical con algunos conocidos temas de la salsa clásica de intérpretes como Willie Colón o Héctor Lavoe.

“La obra es como un regalo que Christian dejó grabado para otras generaciones, con la idea de que lo reciban como la reivindicación de un joven de esa época que tenía la ilusión de que en un futuro cambien los prejuicios hacia la comunidad Glbti”, explica Añazco.

La obra estará en temporada por un mes a partir del 30 de enero. Las entradas están disponibles en Buenplan.

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