Redacción Espectáculo
Nunca descuida su imagen. Y no es para menos. En sus conciertos lo presentan como ‘El Rey’. Cuando camina por las calles nunca falta la fanática que, emocionada, le pide un autógrafo y así confirma su realeza. Jaime Enrique Aimara es ‘el duro’ de la tecnocumbia y aquí responde a las inquietudes de algunos de sus seguidores:
HOJA DE VIDA
Jaime Enrique Aymara
Nació el 24 de junio de 1968, en Quito.
Se inició en el coro del Colegio San Pedro Pascual. Su carrera musical arrancó en 1989. Su primer tema fue Mi linda muchachita.
Aunque es conocido como un ídolo de la tecnocumbia, también incluye en su repertorio pasillos, boleros, bombas, valses.
Jorge Gualán
¿Por qué los cantantes nuevos no graban temas inéditos y se dedican a los ‘covers’? Soy compositor y es difícil que me tomen en cuenta, y las regalías son ínfimas.
Jorge, un saludo muy grande. En todo lado se hacen ‘covers’. Toman una canción conocida, le dan un giro y saben que va a ser un éxito. Lo mismo hacemos nosotros cuando empezamos. Pero, además, compositores como tú no ofrecen temas y cuando lo hacen, creen que son mina de oro. Yo he podido pagar a gente que me ha dado canciones cuando ya son éxito. Las regalías en Ecuador, desde Sayce, a veces ni te llegan. Es mejor hablar con el artista. Si tú me traes temas buenos, vamos a sembrar para luego cosechar.
Patricia Ramírez
¿Sus besos son apasionados? Me gustaría uno…
Paty, mire la película ‘Desde abajo’, y si le gusta el beso final se va a dar cuenta que de pronto sí. O pregúntele a Hipatia (Balseca, coprotagonista). Por mí encantado, no tengo ni un problema porque gracias a Dios soy soltero, no estoy con nadie ahora y si hay la oportunidad de dar no solo un beso a una persona sino hasta encontrar la pareja ideal, con todo gusto.
Yo llevo 20 años de carrera, con el cariño del público, gracias a Dios
Jaime Enrique Aymara
CantanteRedacción Espectáculo
Ya le están pidiendo besos, pero ¿ qué ha sido lo más loco que ha hecho una fan?
Aparte de lanzarme interiores o brasieres en los conciertos, la cosa más loca que han hecho ha sido meterse a mi habitación del hotel. Me tocó sacarles.
Doris Castillo
¿Su imagen en videos y actuaciones es la misma de su vida diaria? ¿Hay diferencia entre el artista y la persona?
Gracias, Doris. Jaime Enrique Aymara como persona es muy diferente al cantante. El artista debe actuar, por lógica. Cuando hacemos un video hay que sobreactuar incluso. Los besos son ficticios. Jaime Enrique Aymara es una persona normal. El cantante trata de llegar al público. Si llegué como cantante a ti, como persona voy a llegar muchísimo más…
Jorge Alfredo Uquillas
¡Jaime Enrique es lo máximo! ¿Tiene algún plan para dar un concierto en Chicago?
Alfredo, Dios mediante en agosto vamos a EE.UU., no sé cuál será la agenda. Estuve en Chicago hace 15 años, ojalá pueda esta vez dar un concierto allá. No he ido con la tecnocumbia que hago ahora, y me pican las ganas de disfrutar con los residentes ecuatorianos y el público mi música de estos 20 años de carrera. Ojalá.
Redacción Espectáculo
¿Por qué cree que música de artistas como usted pega tanto entre los emigrantes?
Cuando estamos fuera de nuestro país aprendemos a valorarlo. Ahí es lindo escuchar el Himno Nacional, te enorgullece. Aquí si lo ponen cuando se acaba la programación de un canal lo apagas, pero afuera valoras al artista ecuatoriano, a tu ciudad, tu pueblo, tu comida… El recibimiento es más eufórico allá porque extrañas lo que no tienes, cuando oyes canciones de un amor, añoras todo un país, toda tu vida pasada. Gracias a Dios, donde hay un emigrante, hay un artista ecuatoriano y gracias a ellos seguiremos viajando.
Fernando Mata
Fui compañero de Jaime en el Colegio San Pedro Pascual. ¿Cuándo le nació la afición por la música? No recuerdo haberlo oído cantar en esa época. Ojalá nos volvamos a encontrar y lo pueda felicitar personalmente.
Sí, Fernando, no sé si recuerdas cuando íbamos al paseo de fin de año, el que daba serenatas a las chicas de los colegios que iban a Manta era yo. Cantaba con Padilla. Ahí no hubo oportunidad de hacerlo profesionalmente, porque en el colegio no había más que los coros de la iglesia. En la universidad puse en una balanza la música y el estudio y hoy llevo más de 20 años de carrera con el cariño del público, gracias a Dios.