La obligatoriedad de presentar el pasaporte para ingresar a Ecuador obligó a los ciudadanos venezolanos que no tenían el documento a pasar la noche en las afueras de Migración la noche de este 18 de agosto del 2018. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Envueltos con cobijas y acostados sobre cartones en el suelo. Así fue la primera noche que pasaron los venezolanos que no contaban con un pasaporte, documento obligatorio que les permite desde el sábado 18 de agosto del 2018 cruzar hacia Ecuador.
El Ministerio del Interior informó la obligatoriedad para los venezolanos de presentar su pasaporte para ingresar a suelo ecuatoriano. La medida entró en vigor el 18 de agosto del 2018. No podrán cruzar la frontera quienes presenten cédulas de identidad o la llamada tarjeta andina.
Con molestia y preocupación, los ciudadanos venezolanos Frank Moreno y Edwin Ríos esperaban en la fila del acceso a las oficinas de Migración, cerca al puente de Rumicacha (Tulcán) por noticias sobre su situación. “Queremos una repuesta positiva para continuar nuestro camino”, dijo.
Ríos, oriundo de Mérida (Venezuela), explicó que solicitan al presidente ecuatoriano Lenín Moreno una prórroga para pasar a Perú, pero para quienes tienen la tarjeta andina con sello del 16 de agosto del 2018. “Nosotros no pudimos regresar porque la noticia nos llegó en medio viaje”, explicó el joven.
Venezolanos solicitan prorroga para ir a Perú
Con molestia y preocupación, los ciudadanos venezolanos esperaban en la fila del acceso a las oficinas de Migración, cerca al puente de Rumicacha (Tulcán) por noticias sobre su situación este 18 de agosto del 1018. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Con molestia y preocupación, los ciudadanos venezolanos esperaban en la fila del acceso a las oficinas de Migración, cerca al puente de Rumicacha (Tulcán) por noticias sobre su situación este 18 de agosto del 1018. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Con molestia y preocupación, los ciudadanos venezolanos esperaban en la fila del acceso a las oficinas de Migración, cerca al puente de Rumicacha (Tulcán) por noticias sobre su situación este 18 de agosto del 1018. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Con molestia y preocupación, los ciudadanos venezolanos esperaban en la fila del acceso a las oficinas de Migración, cerca al puente de Rumicacha (Tulcán) por noticias sobre su situación este 18 de agosto del 1018. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Con molestia y preocupación, los ciudadanos venezolanos esperaban en la fila del acceso a las oficinas de Migración, cerca al puente de Rumicacha (Tulcán) por noticias sobre su situación este 18 de agosto del 1018. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Con molestia y preocupación, los ciudadanos venezolanos esperaban en la fila del acceso a las oficinas de Migración, cerca al puente de Rumicacha (Tulcán) por noticias sobre su situación este 18 de agosto del 1018. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
Con molestia y preocupación, los ciudadanos venezolanos esperaban en la fila del acceso a las oficinas de Migración, cerca al puente de Rumicacha (Tulcán) por noticias sobre su situación este 18 de agosto del 1018. Fotos: Diego Pallero / EL COMERCIO
El venezolano dijo que se tomarán las oficinas de Migración de forma pacífica hasta obtener una respuesta. En medio de aplausos de sus compatriotas, un agente de la Policía Nacional le explicó que no pueden realizar dichas acciones. Caso contrario, los llevarán detenidos.
Luego del incidente, los venezolanos que permanecían en el lugar continuaron acomodándose en espacios reducidos para dormir. En el lugar también permanecían niños junto a sus padres.
Mariela Valladares es oriunda de Anzoátegui. Ella viajó con un grupo de 30 personas. Ella sí tenía pasaporte, pero su yerno no, por lo que le tocó bajar sus maletas y buscar un espacio para dormir en los exteriores de las oficinas de Migración.
“Pido al Presidente (Lenín Moreno) que se ponga la mano en el corazón y nos deje pasar”, dijo la mujer, quien usaba una gorra de lana y estaba cubierta con una cobija para soportar el frío de la noche en la locación cercana al puente de Rumichaca.
Ella comentó que su destino no es Ecuador sino Perú. Allá están sus familiares, que le pueden ayudar a conseguir un trabajo.
“Tenemos el dinero contado. En Venezuela, de las tres comidas solo comemos una”, dijo la venezolana.
José Rojas, otro venezolano, insistió en que no tenían conocimiento de esta medida. No pueden regresar porque dejaron todo vendido en Venezuela. “Ya no tenemos nada allá y buscamos nuevos horizontes”.