La palabra hebrea ‘Tzedaká’ es un valor fundamental de la comunidad judía. Según su religión, ayudar a los desfavorecidos es hacer ‘Tzedaká’, pero no como un acto de bondad o caridad, sino como una obligación ética. ‘Tzedaká’ no significa “hacer un favor” o “dar una donación”, sino que implica “hacer justicia”.
Tenga en cuenta
Una gran trayectoria. La Sociedad Femenina Israelita de Quito se fundó en 1939, cuando un pequeño grupo de mujeres se unió para ayudar a los judíos que llegaron a Ecuador huyendo del terror nazi en Europa.
Su labor filantrópica ha estado dirigida a diferentes grupos vulnerables, como los enfermos terminales, los adultos mayores, así como niños de escasos recursos económicos y en situaciones de violencia, en nuestro país.
¡Feliz cumpleaños! Para celebrar su aniversario, las damas israelitas ofrecieron una cena en la sede de la Comunidad Judía del Ecuador.Herederas de esta tradición, la Sociedad Femenina Israelita en Quito ha hecho de este concepto un pilar esencial sobre el que gira la obra que realizan sus socias, presididas por la señora Judit Steiner, y que en días pasados festejaron el septuagésimo aniversario de su organización, con una cena que tuvo lugar en la Sede de la Comunidad Judía del Ecuador.
Como sucedió en otros lugares de América, en la década de los treinta y cuarenta del siglo pasado, llegó a Ecuador un éxodo de israelitas que huían del Holocausto nazi. De este país que los acogió, los inmigrantes hicieron pronto su casa, echaron raíces y renacieron en esta tierra. Hacia 1939, se gestó la Sociedad Femenina Israelita de Quito, cuando un pequeño grupo de mujeres se dedicaron a apoyar a los judíos que llegaban al país, poniendo en práctica ese canon fundamental de su filosofía, el ‘Tzedaká’.
Su labor no terminó cuando el monstruo del nazismo cayó en Europa. Su esfuerzo se dirigió entonces hacia otros sectores desfavorecidos en el Ecuador: a quienes tienen menos recursos, a enfermos con VIH y cáncer, a los niños en situaciones de riesgo, a los ancianos, a través de la permanente colaboración a algunas organizaciones y proyectos que trabajan en distintas regiones del país y con diferentes sectores de la población.
Entre las entidades que son beneficiadas del sentido de profunda responsabilidad que implica el ‘Tzedaká’ están: el Hogar de Mayores Beth Avot de la Comunidad Judía, con quienes mantienen actividades de esparcimiento y celebran las distintas festividades judías, mediante diferentes programas y charlas del rabino de la comunidad o de alguna socia. Además, la Sociedad Femenina Israelita colabora permanentemente mediante la donación de recursos económicos, así como mediante la entrega de productos para abastecer los centros de ayuda social y albergues de: Fundación Juvilus, Fundación Amigos del Mundo Frente al Cáncer (Fudis), Fundación Honrar la Vida, Proyecto Apoyo de la Fundación Reina de Quito, Hogar de Mayores Santa Catalina Laburé, Hogar de Mayores de las Hermanas de la Caridad, Guardería Yura Causana, Fundación ABEI de niños y ABEI de adultos, Refugio Matilde para mujeres abusadas, y la Cruz Roja Ecuatoriana, especialmente a los enfermos con leucemia.
Además, también contribuyen con ciertos proyectos como el equipamiento de rincones infantiles para refugiados a través del Hebrew Immigrant Aid Society (HIAS), así como el abastecimiento del comedor de la Iglesia del barrio de Carcelén. También han estado presentes en la ayuda a damnificados en desastres naturales que han ocurrido en el Ecuador, así como en emergencias acaecidas en Israel.
Esta gran labor filantrópica, que abarca a distintos grupos necesitados de nuestro país -a diferencia de otros países, donde la Sociedad Femenina Israelita concentra sus esfuerzos en un solo sector de la población- se ha logrado mediante las donaciones de los miembros de la comunidad judía y de los fondos recaudados en los eventos emprendidos por esta agrupación de damas israelitas.
Varios representantes de algunas entidades que se benefician de estos esfuerzos se unieron a la celebración por el septuagésimo aniversario de la Sociedad Femenina Israelita de Quito y expresaron sentidos mensajes de agradecimiento.
“Tenemos
el privilegio de realizar ‘Tzedaká’ como una obra de justicia con los necesitados”.El padre Alfonso Castells, de la Fundación Juvilus para niños con VIH, ubicada en San Pablo del Lago, en Imbabura, destacó que las “las donaciones no deben ser regalos, sino inversiones”, refiriéndose a la colaboración del grupo de damas judías en la construcción de un criadero de cuyes que sirve para autofinanciar a la Fundación y afirmó también que gracias a los aportes de la Sociedad ha sido posible “contribuir a darles la vida digna que se merecen los niños con VIH”.
Por su parte, la representante de la Fundación Reina de Quito, que con uno de sus proyectos atiende a 130 niños con síndrome de Down, mediante terapias, estimulación temprana, e inclusión social y educativa, destacó que el aporte de la Sociedad Femenina Israelita de Quito se remonta a 23 años atrás, que se ha materializado en la construcción de un aula, así como en la contribución económica mensual y en la donación de golosinas y de “la torta de Navidad más grande que hemos tenido”, generando así una alegría invaluable en la vida de estos niños.