¿Tongo?
Los asambleístas de Alianza País, promotores del juicio político al Fiscal General, lograron, al fin, el número necesario de firmas de miembros de su bloque para iniciar el proceso. El MPD afirma que también cuenta con respaldo más que suficiente para, así mismo, enjuiciar al Ministro de Educación y otro grupo de legisladores se encuentra empeñado en cumplir ese requisito para llevar al sillón de los acusados a la Ministra de Salud, contra quien pesan varias denuncias de irregularidades, en su mayoría formuladas por un asambleísta socialcristiano.
En cambio, la Comisión de Desarrollo Económico de la Asamblea archivó el pedido de juicio al Ministro de Transporte y Obras Públicas, bajo la premisa de que él no suscribió los contratos en los que se presume que se habrían cometido anomalías. Por tanto, se prevén acciones contra el ex ministro Marum, autor de tales contratos. Antes ya se dio la absolución al ex Ministro de Deportes, que decía ser “dueño del circo” y que dio muestras de genialidad para malabares con fondos públicos e ingesta de cheques.
Lo cierto es que los sendos enjuiciamientos a los dos ministros y al Fiscal, si es que llegan a concretarse, no significan que necesariamente culminen con la censura, para lo cual se requieren 63 votos en cada caso, lo que está por verse, ya que es evidente que el resultado depende del criterio omnímodo del buró de AP, mejor dicho, del presidente Correa.
De ahí que detractores del Régimen consideran que estos juicios son, en realidad, una comedia, un tongo, para dar la impresión de que se cumple con la tarea de fiscalización, que tanto se ha reclamado y que esta es una magnífica oportunidad para proclamar que los funcionarios interpelados han cumplido sus respectivos encargos en forma transparente, acrisolada, ejemplar, por lo que, más bien, se hacen merecedores a la felicitación, a la recomendación de su nombre a las futuras generaciones…
Por otra parte hay quienes, entre ellos Fabricio Correa, hermano del Presidente, destacan la probidad de unos cuantos asambleístas afines al Gobierno de turno, a quienes, según dice, con su característico estilo, “no les gusta la pillería” y agrega que el Fiscal General “es el brazo operativo de la persecución” a las personas adversas al Gobierno.
En resumidas cuentas, el primero en comparecer será el Fiscal, cuyos días podrían estar contados, si se considera que varias acciones aparentemente a su favor han resultado un búmeran, tales como el respaldo de los fiscales provinciales por el accidente de tránsito en el que resultó implicada su esposa. Sus amenazas a asambleístas “con rabo de paja” y su arrogancia han sido detonantes para su enjuiciamiento. La otra posibilidad es que salga fortalecido, con el beneplácito del Ejecutivo. Cosas de la revolución ciudadana…