En la minga de limpieza de los cuatro ríos de Cuenca participaron 1 400 personas entre estudiantes y funcionarios de instituciones públicas. Foto: Lineida Castillo/ EL COMERCIO.
En tres horas de minga la Prefectura de Azuay recolectó 4,5 toneladas de basura en las orillas de los ríos Tomebamba, Yanuncay, Tarqui y Machángara, que pasan por la ciudad de Cuenca. Esta tarea se cumplió este martes 4 de junio del 2019, como parte de las actividades previas al Día Mundial del Ambiente.
En la jornada participaron más de 1 400 personas entre estudiantes y docentes de los centros educativos que están más cerca de los ríos, comuneros de los proyectos de agua y obreros de instituciones públicas como Elecaustro, Ministerio de Ambiente, Senagua, Etapa EP y de la Prefectura.
Esta última institución organizó la minga que empezó a las 07:30 en cuatro frentes de trabajo. El primer grupo abarcó la zona del parque Industrial, desde la feria del ganado hasta el cuartel Abdón Calderón, a lo largo del río Machángara.
El segundo se ubicó en el Yanuncay, entre la Casa del Arco y Los Tres Puentes. En tercero ocupó el río Tarqui en el parque lineal Tarqui-Guzho y el último grupo estuvo en el Tomebamba, entre el hospital Vicente Corral Moscoso y el puente Roto. Un sol tenue acompañó esta jornada.
Toneladas de basura fueron recolectadas este martes 4 de junio del 2019 de los cuatro ríos que atraviezan Cuenca. Foto: Lineida Castillo/ EL COMERCIO
“Por ventaja hoy nos acompaña el Inti (sol) y muchos jóvenes y adultos comprometidos por el bien común, nuestra casa grande, la pachamama y la preservación de las fuentes de agua”, dijo el prefecto, Yaku Pérez, quien también participó en la minga.
Los estudiantes recogieron dentro y fuera de los ríos neumáticos, botellas, pañales, costales, fundas plásticas, ropa y todo tipo de basura en estado de descomposición. La Unidad Educativa Nicolás Sojos participó con 26 estudiantes y cuatro docentes en el Yanuncay.
Para Lorena Encalada, maestra de este plantel, esta actividad ayuda a hacer conciencia en los jóvenes que los ríos no son basureros públicos, sino fuentes de agua y de vida.