‘Las tijeras me ayudaron a acabar con los esquemas y a dar confianza a los demás’
Verónica Rodas, 20 años. Asesora de imagen
Cuenca
Aunque de pequeña me corté el cerquillo y maquillaba a mis primas para las fiestas, nunca pensé estudiar algo relacionado con la imagen.
Me encantaba la idea de crear algo con un toque diferente, así que inicié con Diseño Gráfico. Cuando terminé el primer semestre me di cuenta de que eso no era lo que estaba buscando.
Sin pensarlo dos veces armé maletas para ir a Quito. Solo ahí estaba la carrera que quería: Estilismo y Asesoría de imagen.
Al inicio fue duro porque nunca había vivido sola y menos en una ciudad tan grande, pero poco a poco me acostumbré.
Aún echo de menos a mi familia, pero creo que todo sacrificio vale la pena cuando eres feliz con lo que haces. Me fascina estar rodeada de tijeras, peines y brochas.
Tuve la oportunidad de conocer a un gran estilista argentino, Lucero Zaturno. Gracias a él he mejorado mi técnica.
Una vez mi ‘pelado’ me pidió que le cambiara de look. Creo que me concentré tanto en estilo que se me fue la máquina patillera. Por suerte, el cabello crece y él así lo entendió.
Sin duda, la práctica hace al maestro. Tuve que trabajar en muchas cabezas y rostros para llegar hasta donde estoy.
He podido compartir la ilusión de algunas novias que me han pedido que las peine y maquille. Con algunos ahorros pude comprar varias herramientas que me hacían falta.
En un par de años me encantaría montar mi propio centro de asesoría de imagen y eventos. Quiero manejar la apariencia de gente importante como artistas, ministros, modelos y ‘misses’. Estoy confiada de que con paciencia y esfuerzo lo lograré.