Imagen referencial. El centro de la ciudad de Al Hasaka está controlado por las tropas leales al presidente sirio, Bachar al Asad. Foto: Pixabay
Cientos de miles de residentes de la provincia de Al Hasaka, en el noreste de Siria, están afectados desde hace tres semanas por un corte en el suministro de agua potable, del que Damasco y los kurdos culpan a las tropas turcas, y especialmente peligroso en medio de la pandemia del coronavirus.
El director de la institución hídrica de Al Hasaka, Mahmoud al Akla, informó este jueves 29 de abril del 2021 a Efe de que la capital homónima de la provincia y otras áreas de la región han sufrido durante los últimos 20 días el impacto del corte en la estación de Allouk, ubicada en las inmediaciones de la localidad de Ras al Ain.
Las tropas turcas y sus milicias aliadas arrebataron el control de Ras al Ain a los kurdos a finales de 2019 en virtud de un acuerdo con Rusia alcanzado tras una breve ofensiva de Ankara en el norte de Siria, por lo que Al Akla culpó a estas fuerzas de provocar el corte en la estación “como un arma contra la población civil”.
La fuente aseguró que esta es la vigésimo tercera vez que esto ocurre desde entonces y alertó de sus consecuencias, especialmente ante la “crítica situación sanitaria” asociada a la covid-19 y el aumento de las temperaturas durante el mes sagrado musulmán del Ramadán en curso.
Ante esta situación, la Media Luna Roja Árabe Siria ha incrementado de 650 metros cúbicos a 1 300 metros cúbicos la cantidad de agua potable que distribuye a los 150 tanques repartidos por los distintos barrios de la ciudad de Al Hasaka, dijo a Efe un portavoz de la organización, Ali Mansour.
También el jefe humanitario de la ONU, Mark Lowcock, confirmó ayer en una intervención ante el Consejo de Seguridad que el flujo desde la estación de Allouk lleva interrumpido unas dos semanas, lo que afecta a casi medio millón de personas en esta provincia, entre ellos residentes en campamentos de desplazados.
“Las agencias humanitarias están llevando más de 3 000 metros cúbicos diarios de agua al área, pero no es suficiente para cubrir las necesidades esenciales de la gente, particularmente mientras la zona se enfrenta, como muchas otras partes de Siria, a un creciente número de casos de covid-19″, advirtió Lowcock.
El centro de la ciudad de Al Hasaka está controlado por las tropas leales al presidente sirio, Bachar al Asad, y sus alrededores por una autoridad autónoma kurda, siendo Allouk la principal fuente de suministro de agua potable para cientos de miles de personas en la región.