Foto referencial. Foto. Archivo / EL COMERCIO
Enfrentar el confinamiento domiciliario para evitar la propagación del covid-19 sin el flujo normal de agua potable, ha sido un problema para Kyra Guerrero, quien habita en el barrio Rancho Los Pinos, ubicado al sureste de Quito.
Según ella, el flujo de agua en su barrio no siempre es constante y el problema se agravó cuando inició la emergencia sanitaria. “En este sector si no nos quitan el agua en la mañana, nos quitan en la noche, no es regular el servicio. Esto empeoró con el estado de emergencia, porque sin agua es más difícil estar constantemente lavándose las manos”, destaca.
Guerrero confiesa que cerca de las 17:00 de ayer jueves 19 de marzo de 2020, llegaron dos tanqueros al sector que no pudieron dar abasto a todo el barrio, ya que los moradores optaron por no enfilarse para recibir el agua y se aglomeraron. “Más de 40 personas salieron y la cuarentena no sirvió de nada. Yo preferí no meterme para evitar un contagio”, resume.
Según Felipe Espinosa, vocero de la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps), se tiene previsto acudir al sector nuevamente hoy con custodia policial para resguardar la entrega del agua y añade que se están realizando diferentes trabajos para mejorar el servicio.
En entrevista concedida al programa Regresando con Andrés Carrión que se transmite en Radio Quito (760 AM) y Radio Platinum (90.9 FM), el gerente de la Epmaps, Guido Andrade, indicó que desde que inició la emergencia sanitaria en la capital, el consumo promedio en la ciudad se incrementó en un 22%.
“En ciertos sectores de la ciudad se ha incrementado en un 45%, mientras que en otros incluso se ha duplicado el consumo, debido a que existe un sobreconsumo derivado del confinamiento en los hogares, ya que están lavando los carros, limpiando los patios y terrazas, regando el césped, es decir, realizando actividades que en los días normales entre semana no se realizan”, explicó.
Sobre los reclamos de moradores de barrios como Chilibulo, Pusulí, La Mena, Ciudadela del Ejército, La Roldós, Santospamba, Bellavista de Calderón, Toctiuco Alto, entre otros, quienes en redes sociales reportaron problemas en el abastecimiento de agua potable, Andrade añadió que en la ciudad no hubo un racionamiento sino un debilitamiento hidráulico de la tubería, debido a los consumos altos en las zonas bajas de la ciudad, lo que dificulta que se llene la tubería para atender a las zonas altas.
“Este viernes habrá menos complicaciones, porque ya tomamos los correctivos del caso, como llenar los tanques de las zonas altas de la ciudad para que los moradores tengan la tranquilidad suficiente en estas emergencias”, señaló.
Andrade explicó, además, que no crean los rumores que durante esta semana se difundieron en redes sociales sobre un presunto desabastecimiento de agua entorno al covid-19.
“Hay que ser muy claros, el coronavirus no se transmite por el agua, eso lo ratifica la Organización Mundial de la Salud. No crea en rumores temerarios que circulan en redes sociales, escuche mejor a voces oficiales”, sostuvo.