La muerte ocurrió el 2 de agosto del 2015 en Quito y este 2 de junio del 2016 una mujer detenida por este caso fue condenada a 34 años y 6 meses de cárcel. Las investigaciones determinaron que el deceso ocurrió por una sobredosis con benzodiazepina, un fármaco que normalmente es usado como tranquilizante.
En el rastreo del caso, los agentes determinaron que Graciela, la mujer condenada, usó esta medicina para sedarlo y robarle sus pertenencias.
En la sentencia se estableció que la mujer deberá pagar a la familia de la víctima USD 5 000 como reparación integral y al Estado deberá cancelar una multa de 800 salarios básicos unificados.
La sentencia fue anunciada por el Tribunal de Garantías Penales de Pichincha, que tuvo como juez ponente a María Mercedes Suárez.
En las audiencias se conoció que ese 2 de agosto del 2015, tres hombres conocieron a dos mujeres en un bar y al transcurrir la noche, uno de ellos llevó al grupo a su casa.
La mujer, ahora sentenciada, era quien preparaba las bebidas, según la Fiscalía General del Estado.
Esa noche, los otros dos ciudadanos se percataron que el licor contenían una sustancia extraña y dejaron de consumirlo.
Fue así que lograron detener a la mujer, mientras que la otra escapó en un auto que las esperaba en los exteriores del domicilio.
La benzodiacepina también fue usada en el caso de las jóvenes argentinas que fueron asesinadas en el balneario de Montañita (Santa Elena).
Hernán Ulloa, abogado de las familias afectadas, dio a conocer, que los exámenes toxicológicos de los cuerpos de las turistas arrojaron la presencia de este fármaco y de opio.
La benzodiacepina es una sustancia que mezclada con alcohol se convierte en un cóctel tóxico. Según el jurista, este componente suele usarse generalmente para cometer delitos, pues quita la voluntad a la persona que la ingiere.
El opio, en cambio, es una droga que contiene morfina y que provoca relajación y somnolencia.